Acompaña

Hace unos días viví una de las experiencias más enriquecedoras y satisfactorias de mi vida, algo para lo que trabajamos todo un año, el 2do Congreso de Fundación Acompaña "Reconstruyendo el camino".

La preparación y organización fue verdaderamente agotadora y complicada, miles de detalles que cuidar, mucho trabajo, esfuerzo, preocupación y noches sin dormir completamente en vela.

Fue un proceso difícil, con muchos obstáculos en el camino, pero siempre supimos que lo sacaríamos adelante, yo nunca lo dude, siempre le decía a Adriana "tu confía" Y que importante es confiar!!!! Claro! Como fallar si teníamos a un equipo de mamás y voluntarias totalmente entregadas, responsables, dispuestas, capaces y trabajadoras, hicimos un equipo maravilloso, pero sobre todo, el ingrediente principal que pusimos cada una, indudablemente, fue el AMOR.

Creo que eso es lo que hizo tan especial este evento, todo salió de maravilla, mejor de lo que esperábamos, tuvimos lleno total, expositores de primera, la atención que se nos dio extraordinaria, todo estuvo perfecto, pero el amor que se puso para hacerlo realidad, fue el ingrediente que le dio el sabor a hogar, a familia, a este bellísimo evento.

No se como voy a agradecer a cada persona que apostó su corazón sin dudarlo y que hicieron posible que muchas, muchas personas se sintieran aliviadas y con esa esperanza tan anhelada.

Agradezco enormemente a tantas personas y empresas tan generosas que confiaron en nosotros y aportaron su talento y sus recursos para hacer esto realidad.

Agradezco a los conferencistas que tan generosamente compartieron sus conocimientos.

También agradezco y admiro el trabajo tan bello y desinteresado de las mamas y voluntarias Acompaña, gracias por su total entrega, no saben cuánto las admiro, durante el evento siempre sentadas atrás, sin darse mucho a notar, sin protagonismos, con sencillez, las quiero tanto!

Gracias a los fundadores de Acompaña por confiar y a Adriana por su paciencia y espectacular organización. Y le doy gracias a Micky, mi adorado hijo, puse mi alma y corazón por él, quien me ha impulsado a ser mejor, que me está llevando de la mano en cada paso que doy, que el camino que vamos recorriendo juntos, a pesar de su ausencia, llena totalmente mi vida y me hace darme cuenta, que no me hace falta nada, porque la fuerza del amor es la que me mueve, la fuerza de su amor, la fuerza del amor de Dios que está en todo y en todos.

Todavía hay mucho que hacer, esto solamente es un empujoncito más, el verdadero trabajo y el reto, comienza ahora, esperando los frutos de lo vivido. Y a ti que me lees, mantén la esperanza a pesar de las adversidades, siempre hay caminos nuevos que recorrer, yo soy testigo de eso, y que sea el amor la fuerza propulsora que te mueva, y confía, siempre confía, porque el amor es más fuerte que el dolor.

Velia Rojas Zambrano

Por: Redacción2
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