Le dieron el bastón, pero no el mando

Ya sabemos que con el Presidente lo único que tenemos por cierto es la incongruencia y la mentira con que se ha conducido en su carrera política. Constantemente falta a la verdad y sus dichos son una contradicción con sus hechos. El hombre austero que vive en un palacio, el hombre que se dice transparente pero que es profundamente opaco, o el Presidente, que también es líder de su partido, que dice que va a pasar el mando, pero en los hechos lo sigue dominando con puño de hierro.

La prueba es lo que recientemente acaba de pasar con la designación, que no elección o selección, de candidatos en Morena. Quedaron, más bien los escogió el Presidente, no los que salieron ganadores en las encuestas y, mucho menos, los que quería escoger Claudia Sheimbaum.

El caso más sonado y más fuerte, sin duda, es el de Omar García Harfuch, pieza muy cercana a Sheimbaum. Fue su secretario de Seguridad Ciudadana en el Gobierno de la Ciudad de México y el ganador de la encuesta para elegir al que sería el candidato de ese partido, sin embargo, distintos medios nacionales dan cuenta de que García Harfuch fue llamado a Palacio Nacional, a conversar, para solicitarle su declinación a favor de Clara Brugada, una incondicional del Presidente López Obrador desde hace más de 30 años.

Clara Brugada es alcaldesa de Iztapalapa con licencia, pero para ubicarla a ella y demostrar lo cercana que es al Presidente, debemos hacer mención de otro personaje surrealista del López Obradorismo: Rafael Acosta “Juanito”.

En el 2009 el Tribunal Electoral decidió anular la elección interna del PRD en la que Brugada venció por más de 5 mil votos a Silvia Olivia Fragoso para seleccionar a la candidata a la Delegación de Iztapalapa. Después de un tiempo, con la imposibilidad de registrar a Clara Brugada por otro partido y con las boletas ya impresas, López Obrador se dedicó a promover directamente a Rafael Acosta “Juanito”, el candidato del PT a esa delegación, y en cada mitin lo obligaba a comprometerse a que, de resultar ganador, renunciaría para dejar en el cargo a la incondicional del hoy Presidente de México y mandón de Morena.

Juanito ganó, nombró a Clara Brugada directora jurídica y de gobierno de la delegación, cumplió su promesa y renunció para que la, en aquel entonces, Asamblea Legislativa del Distrito Federal, designara a Clara Brugada delegada de Iztapalapa. Así las cosas.

Brugada también fue fundadora de Morena, de hecho, fue secretaria de Bienestar del Comité Ejecutivo Nacional para el periodo 2012-2015, y en 2016, fue electa diputada a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México; en 2018 ganó la ahora alcaldía de Iztapalapa y se reeligió en 2021, todo ese tiempo, a un lado y bajo el manto protector del dueño de Morena.

No se compara la cercanía de Omar García Harfuch a la de Clara Brugada con el Presidente, con el único encuestado que cuenta. A Sheimbaum le dieron el bastón, pero no el mando y se le olvidó eso a la Doctora a la hora de elegir sus cartas; lástima para ella. A nosotros en cambió nos quedó una evidencia muy clara de lo que sería su gobierno en caso de ganar: la continuación de una administración corrupta, autoritaria, manipuladora y sumamente incapaz que seguirá conduciendo Andrés Manuel López Obrador.

Lic. Francisco ¨Paco¨ Navarro

Por: Redacción2
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