El perdón como un reset...

No podemos causar dolor a otros sin provocarnos sufrimiento a nosotros mismos.

Desde tiempos antiguos, los prominentes filósofos comprendieron que nuestras emociones están vinculadas a la interpretación que damos a nuestras experiencias.

Por ejemplo, una mujer puede resentir a su padre por haberla abandonado en su infancia, lo cual le genera malestar emocional persistente. Sin embargo, al cambiar su perspectiva, puede reconocer que la partida de su padre se debió a sus propios asuntos y no estaba relacionada con ella.

Para reconectar con nuestro poder interior, es esencial liberarnos de los pensamientos egocéntricos que nos atrapan en perspectivas limitantes. Transformar pensamientos como

"Espero que no vuelva a suceder eso" en "Puedo reconocer mis pensamientos de enojo para ver a esta persona o situación de manera diferente" nos libera de juicios limitantes y nos acerca a la paz y la integridad interior.

Desde nuevas perspectivas, la mujer puede indagar sobre la vida de su padre, incluso cultivar una relación con él, mejorando significativamente su bienestar emocional y psicológico.

Esto es posible al comprender profundamente que la presencia de su padre en su vida reveló aspectos importantes para su autoconocimiento.

En la nueva era, no es necesario imponer ni sufrir penitencias. Vivir con la carga de sentirnos pecadores o indignos es ineficaz y falso. En todo momento, somos amor mismo.

Decide vivir más allá de sistemas de creencias que promueven el sufrimiento. Abandona el ruido mental, elimina lo obsoleto y permítete reinventarte alineado con tu verdad y consciencia.

El perdón se presenta como un disolvente de lo que parece real y causante de sufrimiento en este mundo. Estar conscientes de los juicios en nuestra mente nos permite transformarlos y reconocer que todos merecemos perdón para vivir plenamente.

El perdón, entendido como una forma de memoria selectiva basada en lo que elegimos recordar de una experiencia, abre la posibilidad de liberarnos del resentimiento y erradicar el dolor. Renunciar a narrativas dolorosas nos llena de paz, y sin pasado, la culpa desaparece. ¿Estás dispuesto?

Solo a través del perdón podemos eliminar los efectos del pasado en el presente. Surge cuando aceptamos que nuestro pasado no pudo haber sido diferente y cuando dejamos de tratar de entender, permitiéndonos experimentar el misterio y el privilegio de vivir.

Cuando escuchas la palabra "perdón", ¿qué imagen se forma en tu mente?

Érika Rosas 
#altitudmultimedia


 

Por: Redacción2
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