2023

Este año ha sido muy peculiar, ha sido un año lleno de experiencias y aprendizajes maravillosos, siento que recuperé parte del tiempo perdido de los últimos años en los que me olvidé de mi.

Tuve un largo periodo de mi vida en donde toda mi atención y toda mi energía estaban puestas en las circunstancias tan difíciles que estaba viviendo, primero con una larga enfermedad de mi esposo y después con la avalancha de las grandes pérdidas de mis seres más amados.

El proceso de duelo es demandante y agotador, recuperarme fue difícil y muy doloroso. Empecé por reconstruirme a mi, recuperar mi confianza, amarme nuevamente, perdonar todas mis fallas, reencontrarme con migo misma, con mis hijos, con mi familia y amigos, formar nuevas relaciones y la mirada puesta en encontrar un nuevo sentido de vida.

Poco a poco fui logrando todo eso y finalmente pude recuperar la confianza en mi, y este año alcancé metas y realicé sueños que estaban ya perdidos en mi memoria.

Uno de ellos es cantar, por fin me di el tiempo y la oportunidad de tomar clases de canto y al mismo tiempo comencé también clases para tocar la batería,  si!!!! A mis 56 años estoy aprendiendo a tocar la batería y es que hay una razón muy especial para ello. Micky mi hijo tocaba la batería y era muy muy bueno, le ayudó mucho en su desarrollo, a su inatención, a su seguridad y ahí estaba su batería sin usar durante 7 años! Yo le pedía a Raúl que aprendiera a tocarla pero nunca quiso, así que un buen día dije, "pues yo mera, yo aprenderé a tocarla"  y así fue y estoy feliz, me divierte, me entretiene, me llena el día, la música, el movimiento, la atención que debo poner, la coordinación, la disciplina,  y me sigue impactando todo lo que Micky me ha dejado, todo lo que Micky me ha hecho crecer, todo lo que me ha impulsado a lograr, por eso sigo afirmando que la vida no termina con la muerte y en algunas ocasiones, la vida comienza después de una muerte.

Y eso me lleva a Acompaña, pues logramos realizar la 2da Convención Acompaña, hacerlo realidad fue muy estresante y complicado, hubieron muchos obstáculos en el camino, pero todo salió como lo planeamos superando nuestras expectativas, el ingrediente secreto: Trabajo en equipo y mucho amor….más aprendizaje.

Este año también experimenté muchos cambios de vida, me he quedado sola en casa, Raúl estudiando fuera y Velia ya no es solo mía.

Mi hija tiene una pareja, esta enamorada y  feliz y yo estoy mas feliz por ella, además, siento que tengo un hijo mas, pero eso me pone a mi en segundo lugar; no les voy a decir que es fácil y que no duele, claro que no, el sentimiento es agridulce, me siento tranquila de saber que no está sola y satisfecha de verla tan plena y feliz como hace muchos años no la veía, pero es difícil aceptar que tus hijos ya no te pertenecen.

A Raúl lo veo contento, por fin encontró su vocación y ya dejó la seguridad de su casa que tanta falta le hacia para darse cuenta  de lo capaz que es, y eso me da paz y tranquilidad

Muchas cosas más he vivido este año,  he tenido demasiadas experiencias, emociones y muchos aprendizajes,  pero sobre todo, creo que la base de esto, ha sido un reencuentro con migo misma.

Es probable que el haberme quedado sola, sin mis hijos, me haya ayudado a encontrarme nuevamente, a recuperar mi seguridad, a darme el valor de atreverme a intentar cosas nuevas y entre ellas, a darme la oportunidad de volver a tener un compañero, y esto, les confieso, me daba mucho  miedo, miedo a perder mi libertad, miedo a sufrir, miedo al fracaso, miedo a ser señalada,  miedo a quedarme sola nuevamente.

Pero él ha sido de las cosas más bellas que me han pasado en este maravilloso 2023, con él me siento amada y segura, ya no tengo miedo, al contrario, él me anima, me apoya, me entiende (y créanme que eso es muy difícil) es paciente y me da libertad, pero sobre todo, mi corazón late  más fuerte, con ritmo tranquilo y pausado.

Y para cerrar con broche de oro tengo a toda mi familia con migo estos días, a mi madre fuerte y sana, a mi hermano menor y su familia que tenían 4 años sin poder venir, a mi otro hermano que aunque lo vi muy poco, estuvo unos días, a mi hermana (no se que haría sin ella), sus hijos y esposo que son un gran apoyo para mi y por su puesto mis dos hijos y mi yerno el nuevo integrante, va creciendo la familia.

Por todo esto y más, doy gracias a Dios y a cada persona que ha bordado con amor alguna parte de mi vida, gracias a este año que termina y espero con muchas expectativas el próximo año, no se todavía que esperar, pero seguro será también un año especial.

A ti que me lees, si estás pasando par alguna dificultad, no te des por vencido, persevera, lucha, mantén viva la esperanza, que siempre hay una luz en el camino, y busca dentro de ti esa riqueza interior que habita en tu alma, porque seguro, ese es el lugar en donde encontrarás muchas respuestas.

Les deseo un próximo año lleno de amor, de paz y esperanza, que se cumplan todos los anhelos de su corazón y que  sea ese amor el motor que mueva sus pasos y la esperanza la guía de su camino.

Dios siempre presente

Velia Rojas Zambrano
 

Por: Redacción2
Comentarios