La salud mental: otra deuda del Estado

Los políticos tienden a exhibir formas frívolas, truculentas y veladas para negar derechos. A veces lo hacen con el derecho a la educación, otras tantas con el derecho a la seguridad. Hoy embaten el derecho a la salud mental de los chihuahuenses desde lo que denominan el “Honorable” Congreso del Estado de Chihuahua, con un cinismo únicamente encubierto por las formas diplomáticas que les demanda su curul.

Cuando hablamos de salud mental, hablamos también de un sistema absolutamente relegado a la indiferencia durante años, en donde los trastornos mentales y neurológicos son aún motivo de estigmatización. Somos, asimismo, testigos de las consecuencias de esto: Ciudad Juárez reporta 7 intentos de suicidio por día, en tanto que Chihuahua ostenta el sexto lugar a nivel nacional en pacientes psiquiátricos.

A pesar de ello, la salud mental es un tema poco priorizado, el cual no se refleja en el presupuesto en su justa dimensión. En Chihuahua, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos del Estado de 2023 al 2024, el Hospital de Salud Mental, que administrativamente es operado por el ICHISAL, recibió el menor incremento porcentual de todos los centros que opera este descentralizado, con 10.8%. Es decir, pasó de $60, 139, 818 a $66, 648, 949. Hablamos, por cierto, del mismo ICHISAL, que cobra $460 por consulta de psicología a la población abierta.

De las mismas instituciones reseñadas, el Hospital de Salud Mental, es el tercero en menor cantidad presupuestaria, mientras que Servicios de Salud de Chihuahua opera más de 6 mil millones de pesos sin que se haya desglosado en el PEE 2024 a dónde irá destinado, a pesar de que esta información fue solicitada en la comparecencia del Secretario de Salud en diciembre de 2023.
La misma suerte corre el Instituto Chihuahuense de Salud Mental, en donde se presume un incremento de 144%; sin embargo, en cantidad, pasó de $2,167,805 en 2023 a $5,300,762 en 2024. Resulta inevitable hacer énfasis en el hecho de que el Instituto tenía un presupuesto similar en 2023 al de la oficina del Director Médico.

Como es observable, la retórica discursiva del Estado, en el que la salud mental es prioridad, es demeritada por el propio interés que el presupuesto estatal le brinda. Y la deficiencia en inversión, que está lejos de satisfacer las necesidades de atención, repercute en los pacientes. Esta es la razón por la que el Hospital de Salud Mental, ya reseñada su escasa o prácticamente nula financiación, reporta casos de violación, abuso sexual y maltrato, pues pacientes psiquiátricos del nuevo sistema penal en calidad de inimputables, se encuentran en espacios comunes y en dormitorios, conviviendo con el resto de pacientes.

Lo que resulta más preocupante es, que ante el exhorto a realizar un diagnóstico sobre las necesidades del Instituto Chihuahuense de Salud Mental y del Hospital de Salud Mental con el fin de incrementar el presupuesto asignado, la bancada del Partido Acción Nacional recurrió a su maniobra predilecta: realizar una moción para “congelar” la propuesta, evitando así el costo monetario de votar a favor y, del mismo modo, evitando el costo político de votar en contra.

Así es como el PAN, sirviéndose de la mayoría legislativa en el Congreso, sanea y protege las finanzas e intereses de su gobernadora, quien seguramente continuará gastando millones en su imagen, en costosas celebraciones o vuelos clasificados en jet privado, mientras tanto la ciudadanía de Chihuahua se debe conformar con las sobras, porque “es lo que hay”. Porque mientras en el Hospital de Salud Mental puede gastar en un año 66 millones, con todo lo que implica, Gobierno del Estado destino más de 500 millones a la propaganda e 2023; es claro para donde sí se puede estirar la cobija.

Jael Argüelles

Por: Redacción2
Comentarios