Vínculo y apego

Tengo unas tres semanas que me he sentido un poco triste, estoy algo desganada y sensible, la semana pasada la tristeza se agudizó,  y me di cuenta de inmediato lo que me estaba pasando... llegó el mes de marzo y en unos días será el 8vo aniversario de la muerte de mi hijo, así que mi cuerpo inmediatamente recordó el dolor de 8 años atrás y me "avisó" que la fecha está muy cercana.

Esto no es nuevo, cada año es lo mismo, es increíble cómo el cuerpo tiene  tatuado en cada célula, el recuerdo de ese terrible día.

Y es que el  vínculo con los hijos no se rompe jamás, es terriblemente fuerte, existe un estudio en donde se ha comprobado que la madre está conectada a su hijo después años de haber dado a luz.

Este estudio explica que se da un intercambio genético entre la madre y el bebé durante el embarazo, conocido como microquimerismo fetal, en donde se transporta material genético del bebé hacia el organismo de su madre permaneciendo en su cuerpo después de muchos años y se piensa que si las células fetales llegan hasta la médula ósea durante el embarazo, pueden permanecer en ese sitio y proliferar durante toda la vida.

Y lo mas increíble es que las células fetales pueden estar en el cerebro de la mamá y se sabe que el cerebro está asociado al apego de la madre con su hijo.

Por eso se considera la muerte de un hijo como la pérdida mas difícil, porque el duelo está ligado al apego y las madres estamos apegadas a nuestros hijos toda la vida, incluso, después de su muerte.

El trabajo del duelo es aprender a vivir sin el ser querido e irte reconstruyendo en ese proceso, y lo más difícil para una madre y para todos, es desprenderse de los apegos, aceptar que no lo volverás a ver, que no tendrás sus abrazos, su mirada, sus caricias, su presencia. Pero poco a poco, vamos quitándole a nuestra vida todo eso que ya no tenemos, al irnos reconstruyendo, nos vamos desprendiendo de cada cosa física que el otro me daba, es como irle quitando capas a una cebolla y en el centro encuentras el amor, un amor puro y libre, aún mas grande y fuerte, pues en este proceso tan difícil vas transformando el dolor en amor.

Hoy me toca sentir nuevamente este dolor, mi cuerpo, mi mente y mi corazón están llenos de Micky y Micky, aunque ya no esté, también está lleno de mi; él ha colmado mi vida de amor, de aprendizaje, de crecimiento y en cada una de mis acciones está mi él presente.

Sé que esta tristeza se irá pronto porque así es año con año, y cada aniversario agradezco infinitamente su vida y la vida que tengo el día de hoy gracias a él.

Así que si tu estas pasando por el dolor de la pérdida de un se querido, no temas ir soltando todo aquello que tu ser amado te daba, porque dejar ir, no es olvidar y mucho menos dejar de amar, el  vínculo no se pierde, al contrario, se hace más fuerte y créeme, ni la muerte lo puede romper.

Velia Rojas Zambrano

Por: Redacción2
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