Como foca en tobogán...

¡Hola!, me surgió una duda: ¿Alguna vez te has encontrado con que, de repente, algunos pensamientos se vuelven obsesivos, o repasas una y otra vez algún suceso pasado?
A mi si , y es que es tan fácil caer en la situación de darle vueltas  y vueltas al mismo asunto….

En esos días parece que todo arranca mal desde el momento en que sales de la cama; pequeñas cosas te irritan, cosas que usualmente ignorarías... ¿Te encuentras atrapado en un bucle mental del que no sabes cómo escapar? ¿Recuerdas si te ha sucedido algo así últimamente? ¿Quizás sientes molestia o resentimiento hacia alguien a quien normalmente estimas?

Estos monólogos internos, alimentados por el ego y el miedo, generan una sensación de malestar y desconexión que nos aparta de la vida. Quizá experimentes palpitaciones, dolores de cabeza, fatiga, ansiedad o dificultades para dormir. En esos momentos, cuando el diálogo interno se intensifica, podemos convertirnos en observadores curiosos...no heches la culpa al eclipse solar .

Cuando nos dejamos llevar por nuestras creencias sin cuestionarlas, a menudo acabamos siendo destructivos, ten cuidado, pues aunque justifiquemos nuestras acciones creyendo tener la razón, al final solo encontramos aislamiento y confusión.

Eckhart Tolle lo define como el "cuerpo del dolor", un campo energético formado por emociones antiguas y no resueltas que residen en nosotros. Se activa para recuperar la energía que hemos perdido (algo que tú no decides conscientemente) y se alimenta de energías de baja frecuencia (resentimiento, tristeza, ira, desilusión, etc.).

No siempre somos conscientes de que cargamos una nube oscura o un volcán inactivo dentro de nosotros, que necesita recargarse periódicamente. Esto domina nuestro diálogo interno, nuestros pensamientos, emociones y, en consecuencia, nuestras reacciones.

¿Identificas estos ciclos en ti mismo?

¿Cuándo se activa tu cuerpo del dolor?

Hoy, si puedes, intenta liberarte del cuerpo del dolor: pide perdón, envía un mensaje cariñoso, concluye esa historia antes de que traiga resultados que lamentar, cuestiona constantemente tu mente, busca soluciones y asume tus fallos.

Reconoce que cuando el ego logra enraizarse en nosotros, es difícil desprendernos de él. Si encuentra cómo engañarnos haciéndonos creer que somos esas viejas historias, así lo hará para mantenerse fuerte y activo.

Te invito a analizar qué te cuentas a ti mismo y qué alimenta esas emociones: puede ser un relato sobre alguien, algo o alguna situación. Esa narrativa te mantiene atrapado y se ha convertido en tu barrera limitante. Mientras no veas que el único beneficiado es el ego, tu nivel de conciencia seguirá estando dominado por este y tus reacciones.

Al enfocarte en observar y procesar tus emociones para liberarlas, automáticamente empiezas a transformar tu experiencia de vida. Puedes elegir vivir en el miedo o volver al amor.

Puedes vivir atado a tus ilusiones mentales o aceptar la realidad tal como es.

Cuando te posicionas en la defensiva con un "yo tengo la razón", limitas tu crecimiento personal y los demás se convierten en adversarios en lugar de mentores.

Abandona el papel de antagonista, observa a todos como iguales en una experiencia humana rica en lecciones y crecimiento. Podemos estar en lo correcto en la superficie, pero la

Verdad espiritual trasciende lo intelectual y en ese espacio profundo, libre de juicios, la Verdad nos invita a liberarnos y regresar a la libertad.

Con todo mi amor.

Érika Rosas

Por: Redacción2
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