Xóchitl Gálvez cierra su campaña con guiños a la ultraderecha

CIUDAD DE MÉXICO (apro).– La etapa proselitista llega hoy a su fin y la candidata opositora, Xóchitl Gálvez Ruiz, concluyó sus recorridos y concentraciones masivas luego de una media semana intensa en la que su mensaje evolucionó hacia el electorado de derechas que aun la veía con recelo.

Ayer, Gálvez Ruiz incluyó en su discurso la expresión que hizo célebre al ultraderechista presidente argentino Javier Milei, “viva la libertad ¡carajo!”, aunque con una variación. Al referirse al caso del pequeño Emiliano, asesinado en Tabasco, expresó:

“¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo vamos a despertar, carajo?”.

En su penúltimo día de campaña, Gálvez Ruiz empleó la expresión durante un mensaje en San Juan del Río, Querétaro, en el que abordó ampliamente los problemas de seguridad para luego ofrecer acabar con “la fiesta de los criminales”.

Ya desde el tercer y último debate presidencial del pasado 19 de mayo, los guiños de Xóchitl Gálvez a la ultraderecha se habían manifestado con las alusiones al ateísmo de su rival, la candidata oficialista Claudia Sheinbaum, a quien reprochó su visita al Papa Francisco portando una falda estampada con la Virgen de Guadalupe, sugiriendo que es atea.

El tema fue reiterado en los días posteriores al debate, mientras Sheinbaum y su equipo minimizaban el asunto.

El 14 de mayo, Gálvez Ruiz se deslindó en parte de la agenda ultraconservadora que la dirigencia nacional del PAN signó la víspera con organizaciones ultraderechistas, comprometiendo 17 puntos entre los que destacaban la oposición al aborto y otros temas relacionados con la familia tradicional, así como con derechos sexuales y reproductivos.

De hecho, la ultraderecha había patentado cierta simpatía con la aspiración independiente de Eduardo Verástegui, que no cuajó.

Inmersa en abrazar ciertos planteamientos asociados a las izquierdas, como el de las ayudas sociales, a la candidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México” le costó apartarse de sus líneas progresistas hasta que un viraje en la estrategia discursiva se hizo notoria con guiños al electorado más conservador.

Hoy, en el último día, en un primer acto en Los Reyes La Paz, Estado de México, Xóchitl Gálvez abordó ampliamente la defensa de la familia, uno de los postulados centrales de las derechas mexicanas y, en su último evento de campaña, en Monterrey, Nuevo León, la abanderada del PAN-PRI-PRD se refirió precisamente a la unión de dichos partidos, otrora antagónicos, en los siguientes términos:

“Antes que partido, tenemos Patria”.

Como ha ocurrido desde el pasado 19 de mayo, fecha en la que además del debate se realizó la marcha conocida como “Marea Rosa”, Gálvez Ruiz ha procurado reivindicar esa movilización casi a diario. Como se sabe, la “marea rosa” es un fraseo utilizado para designar a movimientos centroizquierdistas y que, sin embargo, en México, se caracterizó por la movilización de grupos conservadores.

Hoy, en Monterrey, de plano matizó su arenga con un tinte confesional:

“Están muertos de miedo en Palacio Nacional, están temblando porque saben que los buenos somos más y que ya nos cansamos de sus mentiras. Tenga la certeza: Dios está con nosotros, tengan fe. Si Dios está conmigo ¿quién contra mi? ¡Viva México!”

Con información de Proceso.

Por: Edición 10
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