La sequía impacta al menos a 2 mil habitantes de Concordia, además de a la ganadería y agricultura, advirtió el alcalde Óscar Zamudio Pérez.
El alcalde de Concordia solicitó estrategias emergentes en busca de soluciones a corto plazo ante la problemática que cientos de familias viven sin contar con agua.
“Estamos viviendo la sequía muy fuertemente en los poblados de la sindicatura de Agua Caliente de Gárate, en Pastorías, El Huajote, El Magistral, Piedra Blanca y Potrerillos, San Lorenzo, que no se vieron favorecidos por la Presa Picachos”, dijo.
El presidente municipal agregó que será la próxima semana cuando acudirá ante el gobierno del Estado para solicitar apoyos.
Afirmó que por lo pronto reparten a diario pipas para las comunidades afectadas por la escasez de agua porque no ha llovido.
“Atendemos desde noviembre abasteciendo del vital líquido con pipas como una solución de emergencia, pero estamos buscando más apoyos a corto plazo”, agregó.
Martín Flores García, gerente de la Junta Municipal de Agua Potable de Concordia, citó son siete las comunidades que presentan serios problemas porque sufren de los estragos de la sequía, tanto para el consumo humano como para la pastoría del ganado y en algunas zonas que se siembran.
El funcionario municipal habló de un estudio de factibilidad por realizar para construir dos pozos profundos, pero que ayudaría hasta el próximo año en el periodo de estiaje.
Noroeste realizó este domingo un recorrido desde los poblados de Copala, Mesillas y Concordia, donde son visibles los campos agrícolas secos.
En el mismo sentido, ganaderos en el municipio de Escuinapa han optado por vender a sus animales ante la “resequedad” que ya está presente desde mediado de marzo, según manifestó Antonio Herrera Avena, dirigente de la Asociación Ganadera de Escuinapa.
“Ya se refleja que no llovió mucho el año pasado, entonces los abrevaderos no almacenaron suficiente agua, es lo que resentimos, los pastos no crecieron o se terminaron”, dijo.
Los estanques se están secando y el agua empieza a salarse, explica Antonio Herrera, por lo que hace imposible que sirva para que los animales puedan beber. Aunado a ello no hay alimento para darles y el precio de pastura ha subido considerablemente.
Herrera señaló que los productores prefieren vender a sus animales ante el riesgo de perderlos, pues asegura que no les alcanza para mantenerlos.
“Muchos compañeros, con tristeza, tenemos que aceptarlo, que han tenido que vender parte de sus hatos, si va empezando la sequía, nos falta marzo, abril, mayo y junio, (los animales) se nos van a morir”, dijo.
A pesar de los anterio, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, descartó el pasado 2 de abril que exista una sequía que amerite declaración de emergencia.
El mandatario estatal señaló que hay suficiente agua en diques y en el sistema hidráulico, por lo que no hay signos de alarma en cuanto a almacenamiento de agua.
Rocha pidió no alarmar a la población y aseguró que hay garantía de agua potable hasta el 1 de octubre, periodo en el que se considera que ha terminado la temporada de lluvias en el estado.
Con información de Carolina Tiznado y Belem Angulo.
Con información de: Animal político.