Continúa a hipocresía de gobierno federal, y como comenté en mi entrega anterior, la soberbia de la izquierda es inmensa.
Recordemos que Claudia prohibió el consumo de comida, que ellos consideran chatarra, en las escuelas, buscando que los niños y jóvenes alcancen una vida saludable, considerando esto como la salida fácil y absurda, en vez de invertir en las escuelas en el deporte y la cultura, esto lo explicamos en la entrega anterior.
Pero, Claudia no conforme con eso, se dio a la absurda tarea, después de prohibir los dulces, de promover ¡la venta de dulces!, así como lo lee, prohíbe la venta de dulces porque son malos para la salud, y al mismo tiempo vende ese mismo tipo de dulces.
Este dulce que está promocionando le llamó “chocolate del bienestar”, que bajo el inútil e indeseable argumento que usa la 4T para justificar sus diabluras, refuta que, aunque este chocolate contiene azúcar, los otros, contienen más.
Este chocolate del bienestar contiene los tan odiados sellos que también se inventó gobierno federal, dichos sellos nos advierten el exceso de algún elemento dañino para la salud, elementos como azúcar, calorías, sodio, grasas, etc., y este chocolate no contiene un sello, contiene tres sellos malvados.
¿Acaso tendrán que ver los hijos de López Obrador, que se dedican al negocio del chocolate, en esta decisión? ¿Usted qué opina?
Continuando con el tema, no olvidemos que, aparte de esta hipocresía, Claudia sigue implementando la intervención estatal en la economía, así como los gobiernos de corte comunista lo hacen.
Recordemos que gobierno no sólo quiere vender chocolates, también venderá cacao, miel, maíz, café, aparte de vehículos eléctricos, igual que compraron una aerolínea llamada mexicana de aviación, manejan el tren maya, manejan un aeropuerto, con la corrupta SEGALMEX compraban y vendían productos agrícolas y los revendían, entre otros giros empresariales.
El gobierno está perdiendo tiempo y dinero en empresas que nunca van a ser rentables, sólo están manipulando precios y ensuciando el libre mercado, la historia nos dice que esto no funciona, todas las empresas paraestatales quebraron, no olvidemos que Salinas tuvo que venderlas (no de manera correcta), porque todas, absolutamente todas estaban quebradas y a los mexicanos nos costaba mantenerlas a través de los impuestos.
Estas políticas insensatas, inútiles y, como ya la lo explicamos, hipócritas, nos llevarán a un mayor endeudamiento, pérdida de empleo y menor crecimiento económico.
No es una predicción, es solo una mirada al pasado.
Edmundo Zapién Chacón