De acuerdo con el portal especializado, Sumédico, la ivermectina es muy eficaz para tratar ciertas infecciones parasitarias. Fue tan importante en este campo que sus descubridores recibieron el Premio Nobel en 2015. Está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para tratar parásitos en humanos y animales, y también se usa en cremas para tratar la rosácea y los piojos.
Pero en lo que respecta al cáncer, los resultados son preliminares. Algunos estudios en laboratorio muestran que la ivermectina puede afectar ciertas células cancerosas, especialmente si se combina con tratamientos como la inmunoterapia. Sin embargo, esto aún se está investigando y no hay evidencia suficiente en humanos.
“No es un avance comprobado contra el cáncer”, aclara Larry Norton, del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering. “Está en estudio, y eso es todo lo que podemos decir por ahora”.
Aunque algunas publicaciones sugieren que los tumores son “parásitos” y por eso la ivermectina serviría, esa afirmación es falsa. Su posible efecto contra el cáncer no tiene relación con su función antiparasitaria, sino con la forma en que podría afectar ciertas señales en el crecimiento de los tumores.
Los científicos insisten en que los resultados en animales o en estudios de laboratorio no garantizan que funcionen en humanos. “Cada año, cientos de fármacos prometen mucho en las fases iniciales, pero casi ninguno demuestra ser útil en pacientes reales”, dice Johnson.
Los riesgos de usar ivermectina sin control médico
Aunque la ivermectina es segura en dosis recetadas para su uso aprobado, tomarla sin indicación médica puede ser peligroso. “Si no hay beneficio, solo hay riesgo”, señala David Boulware, especialista en enfermedades infecciosas.
Además, puede interactuar con otros medicamentos, como los anticoagulantes, y alterar la forma en que el cuerpo los procesa. En dosis altas, puede causar efectos graves como confusión, visión borrosa, convulsiones e incluso coma o muerte. Estos efectos son más peligrosos en niños, advierte la doctora Susanna Naggie, de la Universidad de Duke.
Tampoco se conocen bien los efectos del uso prolongado o repetido del fármaco. Por todo esto, los expertos advierten sobre los riesgos de que la ivermectina se distribuya sin control, y que las personas la usen por su cuenta basándose en información no verificada. “Que alguien la compre y decida por sí mismo cuánto tomar, sin supervisión médica, es muy peligroso”, concluye Naggie.
Con información de Informador.mx