Durante el mes de abril de 2025, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) puso en marcha una serie de inspecciones domiciliarias a nivel nacional, lo que ha generado inquietudes entre algunos ciudadanos. La finalidad de estas visitas, según ha explicado la propia empresa, es avanzar en la modernización del suministro eléctrico y localizar posibles irregularidades que puedan estar afectando el funcionamiento de la red eléctrica.
Estas acciones pueden llevarse a cabo tanto por iniciativa de la CFE como a solicitud de los propios usuarios. Entre los motivos más comunes por los que un cliente puede requerir una revisión están los cobros considerados elevados, la necesidad de colocar medidores adicionales en viviendas con múltiples ocupantes o la existencia de adeudos que aún no han sido resueltos.
Una de las metas principales de los técnicos que visitan los domicilios es la instalación de medidores inteligentes con tecnología AMI (Infraestructura de Medición Avanzada). Esta herramienta permite realizar lecturas a distancia, mejora la exactitud en los cobros y fomenta una mayor claridad en el servicio que se brinda.
Al mismo tiempo, los empleados de la CFE tienen la tarea de identificar situaciones irregulares en el uso de la energía, como conexiones no autorizadas o alteraciones en los equipos de medición. Según la empresa, estas acciones buscan garantizar un sistema más equitativo, seguro y funcional para todos los usuarios.
En caso de encontrar alguna anomalía, las consecuencias dependerán de la naturaleza del hallazgo. Si se trata de una falla técnica sin señales de alteración intencional, el equipo será sustituido sin ningún cargo. Sin embargo, cuando se confirma una manipulación deliberada o un enlace ilegal, las sanciones pueden ser significativas: desde multas que alcanzan los mil días de salario mínimo (aproximadamente 249 mil pesos) hasta penas de prisión de entre 3 y 10 años, conforme al artículo 368 del Código Penal Federal.
Entre las prácticas indebidas más comunes se encuentran los llamados "diablitos", el ajuste ilícito de medidores para reducir el consumo registrado, el uso de un solo medidor para abastecer a múltiples viviendas o negocios, y las instalaciones que representan un riesgo para la seguridad. Estas acciones no solo generan pérdidas a la red, sino que elevan los costos para quienes cumplen con sus pagos de forma adecuada.
Para evitar ser víctima de engaños, la CFE enfatiza que su personal debe portar uniforme, una identificación oficial con fotografía vigente, nombre completo y número de empleado. Además, deben presentar un número de orden asignado al domicilio en cuestión, el cual puede verificarse llamando al 071, la línea oficial de atención. La compañía aclara que en ningún caso sus trabajadores pueden ingresar sin consentimiento del residente ni están autorizados a recibir pagos en efectivo o mediante transferencias durante estas visitas.
La CFE recomienda a la ciudadanía mantenerse al tanto de la información difundida a través de sus medios oficiales y reportar cualquier situación sospechosa relacionada con los operativos de inspección.
Con información de Informador.mx