Nuevamente el Presidente Donald Trump la ha emprendido contra nuestro país. Esta vez el motivo es el agua, por eso, desde sus redes sociales acusó al gobierno mexicano de incumplir el tratado de aguas de 1944 y amenazó con imponer sanciones. México asumió una postura más prudente y abrió canales de diálogo. Veremos qué resulta.
"México le DEBE a Texas 1,3 millones de acres-pies (1.603 millones de metros cúbicos) de agua según el Tratado de Aguas de 1944, pero lamentablemente México está incumpliendo su obligación. Esto …perjudica gravemente a los agricultores del sur de Texas", afirmó Trump en su plataforma Truth Social.
"El mes pasado detuve los envíos de agua a Tijuana hasta que México cumpla con el Tratado de Aguas de 1944… y seguiremos intensificando las consecuencias, incluyendo aranceles y, quizás, incluso sanciones, hasta que México cumpla con el tratado y le dé a Texas el agua que le corresponde", agregó.
Por su parte, la Presidenta Sheinbaum, desde Twitter afirmó que: "El día de ayer fue enviada al subsecretario del Departamento de Estado de Estados Unidos una propuesta integral para atender el envío de agua a Texas dentro del tratado de 1944, que incluye acciones de muy corto plazo. Han sido tres años de sequía y, en la medida de la disponibilidad de agua, México ha estado cumpliendo".
Y agregó: "He instruido a los secretarios de Agricultura y Desarrollo Rural y Relaciones Exteriores, así como a la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales que de inmediato hagan contacto con la Secretaría de Agricultura y el Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos. Estoy segura que, como en otros temas, se llegará a un acuerdo"
El tratado de 1944 tiene su origen en El Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo (más conocido como Tratado de Guadalupe Hidalgo), firmado en 1848 entre ambos países. El Tratado de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos estipula que México se queda con dos tercios de la corriente principal del Bravo y cede a Estados Unidos el resto, que no podrá ser menor de 432 millones de metros cúbicos (Mm3) aproximadamente. Por su parte, Estados Unidos cederá a México cada año 1.850 Mm3 del río Colorado, que desemboca en el golfo de California, entre los estados mexicanos de Baja California y Sonora; establece que la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), un organismo binacional, es el encargado de resolver las posibles diferencias que se susciten entre ambos países. Varios analistas consideran que tanto los litros de agua acordados como la posibilidad de entregar su parte cada cinco años en lugar de anualmente son ventajas que nuestro país no debería perder.
El problema se da en momentos como este, donde la sequía nos afecta y hace imposible cumplir con el tratado. Tenemos varios antecedentes, el más reciente y lamentable, fue el del año 2020 cuando hubo enfrentamientos entre los productores de la región de la Presa la Boquilla y la Guardia Nacional por la pésima decisión del Gobierno Federal de abrir las compuertas de la presa para cumplir con el tratado, con las consecuencias que todos conocemos. Fue lamentable y criminal la actuación que tuvieron algunos de los elementos de las fuerzas federales en contra de las y los chihuahuenses que defendían su agua y su sustento. Hechos que no pueden repetirse.
Debe prevalecer la razón, el derecho, para evitar que el conflicto escale. Ni a México, ni a Estados Unidos, le conviene tomar medidas que terminen perjudicando la relación bilateral. El diálogo, el respeto y la observancia de la ley debe ser el instrumento para resolver las inconformidades y llegar a un acuerdo. La situación es compleja, por ello debe ser tratada con mucha seriedad privilegiando en todo momento el respeto a la ley y el derecho humano al agua.
Lic. Francisco “Paco” Navarro