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La nueva Ley de Obras y Adquisiciones representan un verdadero reto para la transparencia

La semana pasada el Senado de la República aprobó el dictamen para expedir la nueva Ley de Adquisiciones y la nueva Ley de Obras Públicas, ambas enmarcan un tema fundamental para las y los mexicanos: ¿cómo gasta el dinero y a quién contrata el gobierno?

Conocer a fondo los cambios en la Ley de Obras y Adquisiciones es clave para asegurar que la transparencia no se debilite, sino que se fortalezca. Sólo entendiendo el fondo podemos exigir con claridad.

Recordemos que en el nuevo modelo de transparencia que se ha aprobado, los contratos siguen siendo públicos y una obligación de transparencia que podremos encontrar en la Plataforma Nacional de Transparencia, la cual sigue funcionando, sólo a la espera de que se reactive lo relativo a inconformidades cuando no se encuentre la información o no se esté de acuerdo con las respuestas de las autoridades.

Por ello, la decisión de renovar el sistema Compranet debe darse con total transparencia y documentando ante la sociedad todo el proceso. Sí, las herramientas tecnológicas deben actualizarse y aprovechar los nuevos desarrollos para ser más útiles y eficaces, sin dejar de lado el piso básico que construyeron con su uso previo.

CompraNet. En renovación. Foto: Captura de pantalla.

En esta renovación se señala que ahora Compranet funcionará con módulos, algo que en su momento hicimos en la reingeniería de la Plataforma Nacional de Transparencia y que nos permitió mejorar o reajustar ciertos componentes sin afectar otras áreas. Confío que lo mismo sucederá con esta actualización del sistema de compras del gobierno.

También se destaca que será con talento interno que se desarrollará el nuevo Compranet, algo que también es equivalente a lo que impulsé desde el INAI con la Plataforma Nacional de Transparencia. De verdad, creer e impulsar a nuestro capital humano especializado es un punto a favor, ya que en el servicio público existen servidores con gran vocación de servicio y conocimiento que debe ser aprovechado por el bien de México.

En la administración pública, las contrataciones y adquisiciones gubernamentales trascienden de sólo ser una transacción comercial. Son parte del flujo que canaliza recursos hacia la sociedad, un instrumento que materializa las promesas de servicio y desarrollo. No obstante, la opacidad puede afectar este proceso, menoscabando la confianza ciudadana y suscitando dudas sobre la integridad institucional.

A través de la transparencia en obras públicas podemos saber: ¿quiénes son los proveedores? ¿Cuáles fueron los criterios de selección? ¿Se obtuvieron las condiciones más favorables? Estas interrogantes, al encontrar respuestas claras y accesibles, fortalecen el vínculo entre el gobierno y la sociedad.

Sin embargo, la transparencia por sí sola resulta insuficiente. Debe complementarse con la rendición de cuentas, la obligación de explicar y justificar cada decisión y gasto. Todos los sectores del gobierno deben asumir la responsabilidad de sus actos, someterse al escrutinio público y estar dispuestos a rectificar errores. Cuando la rendición de cuentas se materializa, la confianza se consolida. Los ciudadanos tienen la certeza de que sus representantes no sólo administran los fondos públicos, sino que los invierten basados en principios de eficiencia y eficacia del gasto público.

En efecto las compras consolidadas generan economías, pero ojalá sea para varios la oportunidad de participar.

Por último, un cambio que llama la atención en adquisiciones es que habrá diálogo con proveedores, mismo caso en la ley de obras, con el fin de tener una retroalimentación abierta, detallar las propuestas por parte de proveedores y constructores y contar con elementos más precisos. Un gobierno que rinde cuentas es confiable porque valora la participación ciudadana y se compromete con su bienestar.

Con información de proceso.com.mx

Tips al momento

Hasta que se mueve Sader para contener el contrabando de ganado en el sureste del país

Ojalá, dicen, que se concrete lo expuesto por el secretario de Agricultura Julio Berdegué en la mañanera  presidencial y se logre,  tomar el control de la situación que priva en Chiapas, con la introducción ilegal del ganado, lo que trajo como consecuencia la aparición de gusano barrenador en México y el cierre de la frontera norteamericana a los becerros de 5 entidades exportadoras del norte de nuestro país, entre estas Chihuahua.

Según lo explicó el titular de Agricultura, al detectar irregularidades en médicos veterinarios particularmente en Chiapas y en base a  instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, se tomó el control del procedimiento, así como también combatir el tráfico de aretes de identificación del ganado, que facilitaron el movimiento irregular de animales en esa entidad, algo que dijo, va a frenar el mercado negro de este distintivo. Es decir combatir el contrabando que actualmente se da.

Señaló que, del 2013 a la fecha, se le fue reduciendo el personal al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), así como se dejó funciones en otras manos que le dan servicios, además, la demanda ha crecido con un menor número de empleados, dijo .

Ahora, según dijo, viene  un proceso de retomar claramente, por parte del Estado mexicano, la rectoría con mucho más firmeza del sistema de salud vegetal y animal, por lo que el gobierno va a implementar medidas para ir tomando control esta situación, que nunca debió ser dejada en manos de terceros, según explicó.

Lo anterior, sin duda, es una buena medida en contra del tráfico de bovinos en la frontera sur, con Guatemala, lo que trajo consecuencias económicas importantes a los Estados exportadores de becerros, como es el caso de Chihuahua.

Sin embargo, no se habla de establecer medidas mas fuertes como es el cierre de la frontera al ganado, lo que han pedido los ganaderos del país, ante las grandes pérdidas económicas que sufrieron los productores del norte del país, así como el costo de combatir al gusano barrenador, que estaba erradicado de nuestro país, desde hace mucho tiempo y ahora viene una campaña costosa para hacerlo de nuevo.

Es un paso importante, en el sentido de combatir el tráfico de ganado del sureste, sin embargo ante la gravedad de la plaga, no se ha determinado cerrar la frontera y aplicar medidas de sanidad estrictas, algo que han pedido los ganaderos del país y que el Gobierno no ha hecho eco de esta petición.

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