AP.- Bernard Arnault, presidente y CEO del conglomerado francés de lujo LVMH, hizo un llamado el jueves para establecer una zona de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos y expresó que las tensiones comerciales no resueltas podrían perjudicar seriamente a las industrias europeas.
Sus comentarios, a raíz de los aranceles anunciados por el presidente Donald Trump, parecieron hacer eco de un llamado similar realizado por Elon Musk el 5 de abril para una zona de arancel cero entre Estados Unidos y la Unión Europea. La UE ha impulsado durante mucho tiempo un acuerdo comercial de “cero por cero” —con ambas partes eliminando aranceles—, pero Trump ha rechazado la oferta.
Hablando en la reunión anual de accionistas de LVMH, Arnault afirmó que los líderes europeos deberían negociar “inteligentemente” con la administración estadounidense y que los gobiernos nacionales deberían asumir un papel más destacado en lugar de dejar las negociaciones únicamente en manos de Bruselas, el centro del “poder burocrático” de la UE.
LVMH de Francia ha sido durante décadas el grupo de lujo dominante en el mundo —conocido por productos como el champán Moët & Chandon, el coñac Hennessy, los bolsos Louis Vuitton y los perfumes Dior—, pero esta semana perdió su título como la mayor empresa de lujo del mundo frente a su rival Hermès.
“Europa no está dirigida por un poder político, sino por un poder burocrático que pasa su tiempo emitiendo regulaciones que, lamentablemente, se imponen a todos los estados miembros y que penalizan nuestros sectores empresariales”, manifestó el CEO de 76 años.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, negocia acuerdos comerciales en nombre de los 27 estados miembros. El bloque es la entidad comercial más grande del mundo.
Las acciones de LVMH cayeron un 7.8% a principios de esta semana, tras una caída inesperada en las ventas del primer trimestre.
Arnault indicó que la empresa podría verse obligada a expandir sus operaciones en Estados Unidos. “Nos veríamos obligados a aumentar nuestra producción estadounidense para evitar aranceles si Europa no negocia con inteligencia”, expresó.
En 2019, LVMH trasladó parte de su producción a Estados Unidos al abrir un taller deLouis Vuitton en Alvarado, Texas, durante el primer mandato de Trump. Trump y Arnault recorrieron juntos la instalación, promocionándola como un símbolo del renacimiento de la manufactura estadounidense.
Pero el jueves, Arnault admitió que el sitio en Texas ha tenido un rendimiento inferior hasta ahora. Según documentos presentados en la reunión, Estados Unidos representa el 25% de las ventas totales de LVMH.
Arnault también criticó los aumentos propuestos en el impuesto corporativo de Francia, calificándolos como un “impuesto sobre el "Hecho en Francia’” y advirtió que podrían empujar a las empresas a trasladarse al extranjero.
Elogió el modelo estadounidense, citando impuestos más bajos e inversión industrial respaldada por el Estado. “Cuando regresas a Francia después de pasar unos días en Estados Unidos, es un poco un baño de agua fría”, comentó.
Fuera del salón de conferencias del Museo del Louvre, donde tuvo lugar la reunión, decenas de manifestantes exigieron impuestos más altos para los ricos, llevando un cartel de “Impuestos a los ricos” junto a una gran marioneta de Arnault representado como un ladrón, con una cuerda alrededor de su pecho y las manos atadas detrás de su espalda.
“Un impuesto del 2% sobre la riqueza de los ultrarricos de Francia podría generar hasta 25 mil millones de euros al año”, dijo Fanny Petitbon, portavoz del grupo 350.org. “Eso sería suficiente para invertir en servicios públicos y acelerar una transición energética que beneficie a todos”.
Con información de: LatinUs.