En tiempos donde la inocuidad alimentaria cobra mayor relevancia, el uso correcto de desinfectantes en el hogar se ha vuelto una práctica clave para prevenir enfermedades transmitidas por el consumo de los alimentos. Sin embargo, no basta con desinfectarlos, debemos hacerlo de manera segura.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las 5 claves para la inocuidad alimentaria y reducir riesgos son: mantener la limpieza, separar alimentos crudos y cocidos, cocinar completamente, mantener temperaturas adecuadas, así como usar agua y materias primas seguras.
En lo que se refiere a "mantener la limpieza", la Dra. Daniela Sánchez Aldana Villarruel, docente investigadora de la Facultad de Ciencias Químicas de la UACH, indicó que el uso adecuado de desinfectantes en el hogar es fundamental. Advirtió que muchas personas recurren a soluciones cloradas o productos comerciales para desinfectar frutas, verduras, utensilios y superficies, pero un mal uso puede causar intoxicaciones o dejar residuos peligrosos en los alimentos.
Por la anterior, la Dra. Aldana Villarruel nos brinda cinco formas para desinfectar de forma segura los alimentos en la cocina.
1. Elige el producto adecuado. Para alimentos, usa desinfectantes de grado alimenticio. Revisa la etiqueta: debe indicar que es apto para uso en alimentos.
2. Sigue las instrucciones. Cada producto tiene una concentración específica. Usar más no lo hace más efectivo, sino más riesgoso.
3. No mezcles productos. Combinaciones como cloro con vinagre, detergente o amoníaco pueden generar gases tóxicos.
4. Enjuaga cuando sea necesario. Algunos desinfectantes requieren enjuagarse con agua potable. Si no lo haces, los residuos químicos pueden ingerirse.
5. Guarda los productos fuera del alcance de los niños. Un mal almacenamiento puede provocar accidentes domésticos.
Ten en cuenta que la inocuidad no termina en la compra de alimentos; empieza al abrir la bolsa del mercado y se fortalece en cada paso: lavar, desinfectar y cocinar. Recuerda que limpio no siempre es igual a seguro, es esencial.
La UACH te invita a mantenerte informado y aplicar buenas prácticas para proteger no solo tu salud, sino también la de quienes más queremos. La cocina puede ser un espacio de prevención, si se actúa desde el conocimiento.