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Israel prolonga su presencia en el sur de Líbano y dispara las tensiones ante el fin de la tregua

CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- Sin causar mayor sorpresa, Israel anunció que el proceso de retirada gradual de sus tropas del sur del Líbano "continuará" más allá del plazo de 60 días previstos en el acuerdo de alto el fuego, que concluye este domingo.

El Gobierno de Benjamin Netanyahu, que alega que el Líbano no ha cumplido "plenamente" sus compromisos y llamó a miles de libaneses desplazados a no regresar a las aldeas cercanas a la frontera.

El pasado noviembre, Israel acordó una tregua para frenar los combates contra el grupo chií Hezbolá en Líbano. El alto el fuego de 60 días entró en vigor el 27 de noviembre y tuvo lugar luego de más de un año de combates que dejaron más de 3 mil 800 muertos y 1.2 millones de desplazados en Líbano.

Dentro del acuerdo, se estipuló la retirada paulatina de las tropas israelíes en un plazo de 60 días, periodo que se cumple el domingo 26 de enero. Además, los militantes de Hezbolá debían retirarse al norte del río Litani y el Ejército libanés patrullaría la zona de contención en el sur del Líbano junto con las fuerzas de paz de la ONU.

No obstante, el 24 de enero, el Gobierno de Israel confirmó que no culminará su retiro del sur del Líbano el domingo, cuando se cumple el plazo. Israel aseguró que la extensión de su permanencia se debe a un incumplimiento de las fuerzas libanesas sobre su total despliegue en la zona.

Ese señalamiento se refiere a una de las condiciones del acuerdo, que establece que el Ejército libanés debe desplegarse completamente en el sur del país e imponer la retirada de Hezbolá más allá del río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera con Israel.

El anuncio del primer ministro Benjamin Netanyahu se produjo en un contexto de crecientes tensiones; en los últimos días, el Ejército israelí se ha infiltrado en varias localidades fronterizas de las regiones de Marjayoun y Bint Jbeil, llevando a cabo redadas con ametralladoras pesadas y destruyendo viviendas y edificios municipales con bulldozers.

Antes de la tregua y en medio de una gran ofensiva, Israel había consumado una incursión terrestre en el sur de Líbano el 1 de octubre. Ese día, el Ejército israelí anunció que sus tropas habían iniciado incursiones "limitadas" contra objetivos de Hezbolá en el área fronteriza.

¿Qué pasará tras el fin de la tregua? ¿Se retirará Israel?

El reciente patrón de incursiones y destrucción, lejos de ser un hecho aislado, apunta a la intención de Israel de consolidar su presencia militar en el sur del Líbano, al menos por otro mes.

En respuesta, Hezbolá advirtió que, de no respetarse el acuerdo de alto el fuego, retomará las acciones militares contra Israel a partir del domingo, centrándose en la región del monte Dov, en el sur de Líbano. En un comunicado reciente, el grupo chií proiraní fue categórico:

“Cualquier violación de la soberanía libanesa debe ser respondida”.

El grupo subrayó que no aceptará incumplimientos ni “pretextos falaces” para justificar la presencia israelí en territorio libanés.

Las preguntas que surgen ahora es: ¿tiene Hezbolá capacidad para retomar operaciones contra el Ejército israelí? y ¿hasta qué punto Israel retirará completamente sus tropas tras el plazo acordado? El carácter no estatal de la formación proiraní y su hermetismo dificultan obtener estadísticas precisas sobre su capacidad operativa.

Desde la perspectiva de Israel, la decisión de mantener tropas en el sur del Líbano se basa en la supuesta incapacidad del Ejército libanés para garantizar la seguridad en esa zona.

David Mencer, portavoz del Gobierno israelí, declaró que “es poco probable que se produzca una retirada completa” y que cualquier acción de Hezbolá será respondida con firmeza. Además, la permanencia de las fuerzas israelíes está coordinada con la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, lo que añade una dimensión geopolítica más amplia al conflicto.

Fin de la tregua: crisis humanitaria y tensión interna

Mientras tanto, en el Líbano, la incertidumbre y la extensión de la presencia israelí supone una presión adicional sobre el país y sus ciudadanos. Más de 150 mil personas siguen desplazadas, muchas de ellas sin hogar al cual regresar debido a la destrucción causada por las incursiones israelíes.

Lara Mahmud, oriunda de Dahira, es uno de esos casos. Ella y su familia llevan 15 meses refugiados en una escuela convertida en un centro de acogida en Tiro, en el sur de Líbano.

“Desde que empezó la guerra estamos aquí. Nunca hemos podido volver. No sabemos si nuestra casa sigue en pie. No tenemos mucha esperanza”, relató Lara con tristeza.

Sobre los desplazados, este sábado el Ejército israelí llamó a que no regresen a las aldeas cercanas a la frontera hasta nuevo aviso.

Esta situación no solo agrava la crisis humanitaria, sino que también intensifica las tensiones internas en el Líbano.

El Gobierno libanés, liderado por el presidente Joseph Aoun y el primer ministro Nawaf Salam, enfrenta el difícil reto de mantener la estabilidad ante el fin de la tregua.

Desde la instauración de la tregua, el 27 de noviembre de 2024, el Ejército libanés ha realizado unas 500 operaciones para desmantelar instalaciones de Hezbolá en el sur del país. Sin embargo, aún no ha completado su despliegue al sur del río Litani, y la estructura militar de Hezbolá permanece intacta en varias áreas. Este retraso alimenta el escepticismo internacional sobre la eficacia de las medidas adoptadas.

La presión internacional, encabezada por potencias como Estados Unidos y Francia, apoya una extensión del alto el fuego. Estas naciones consideran que una prórroga podría servir para estabilizar la región y abrir espacio a soluciones políticas más duraderas.

No obstante, sobre el terreno, las tensiones continúan en aumento, con Hezbolá intensificando su retórica y las fuerzas israelíes reforzando su presencia en puntos estratégicos del sur del Líbano.

En este contexto, las autoridades libanesas enfrentan el desafío de equilibrar las demandas internacionales con la necesidad de mantener la cohesión interna. El primer ministro Nawaf Salam advirtió recientemente que cualquier solución debe considerar la situación de los desplazados.

“No podemos avanzar hacia la paz mientras miles de familias permanezcan sin hogar y sin garantías de seguridad”, afirmó Salam.

La posibilidad de extender el alto el fuego parece, en este escenario, una medida pragmática para evitar un colapso total. Sin embargo, esta estabilidad es frágil y depende de las dinámicas internas del Líbano y el equilibrio de poder regional. Alcanzar una paz duradera requerirá no solo compromisos diplomáticos delicados, sino también la voluntad de las partes de priorizar la seguridad y la reconstrucción de un país profundamente herido.

Con información de proceso.com.mx

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Cárteles narcoterroristas y migración, puntos torales de Trump en su toma de protesta

Los dos grandes temas que se advertían, ya son un hecho consumado y de gran alerta para la 4T, y sus afanes de “abrazos, no balazos”, así como de jugar peligrosamente con el rubro de la migración.

Trump ya declaró a los cárteles como narcoterroristas y únicamente la logística operación será si el gobierno de la 4T, que los ha abrazado como humanos, como lo declaró en su momento en total connivencia López Obrador, y así ha seguido con Claudia Sheinbaum, se coordinará para atacarlos, o incluso, se opondrá a hacerlo, siguiendo con esa política aberrante, y en cuanto a los migrantes, si los dejará permitir que sigan ingresando por la frontera sur, o volverá a cerrar las fronteras, y qué pasará con los que ya están dentro, como por ejemplo el caso de Chihuahua, que como frontera está lleno de migrantes y ya muchos de ellos quemando campamentos, como lo que acaba de pasar aquí en la ciudad con el recién desalojado que se encontraba ubicado en el bulevar Juan Pablo II, y todas las fechorías que están haciendo en Ciudad Juárez y otras partes de la entidad.

Así pues, habrá que ver cuál es la reacción, ya en los hechos, del gobierno de la 4T en su segundo y famoso piso, y qué van a declarar el Ejército, las fuerzas de seguridad y policiales en contra de los cárteles, y éstos qué respuesta tendrán ante lo que viene por parte de Estados Unidos.

Sin duda, tiempos muy difíciles le esperan al país, pasando de la narrativa a lo que viene en los hechos en próximas fechas.

Y hablando de eso, ¿cómo es la vida en la parte paradójica? Habrá que ver la reacción que tendrá el exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, ahora consumado morenista y defensor de la 4T, quien calificó a López Obrador como el mejor presidente que haya tenido México, después de que lo salvara de la detención por parte de la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua.

Como presidente de la Comisión de Justicia del Senado, además esta cámara tiene que ver totalmente con los asuntos internacionales, y habrá que ver cuál es la postura de Corral Jurado ante la declaración de Estados Unidos y de Trump contra los cárteles de la droga.

Sin duda, habrá que preguntarlo, esperar su definición, si acaso, o simplemente saber si hace mutis frente a este vendaval norteamericano que está en ciernes.

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