La alineación entre las pirámides mayas y las estrellas, el misterio del Universo en la Tierra

A ti ciudadano:

La idea de que los imponentes templos a lo largo y ancho del Mayab fueron construídos con base en la observación del cosmos, se consideró una teoría conspirativa por muchos años.

Hoy, es un hecho que sus edificaciones se encuentran en perfecta alineación y sincronía con ciertos eventos interplanetarios.

Desde su nacimiento y hasta el día de hoy, la Cultura Maya de Yucatán están fuertemente ligada con el universo y su observación, pues no es secreto que está antigua civilización llevaba un cálculo exacto del tiempo, los días, el movimiento de los astros y otros eventos del cosmos.

A su vez, la Cultura Maya relacionaba todos estos acontecimientos astronómicos con lo que ocurría en la naturaleza a su alrededor; es ahí cuando interpretaban y tomaban acción sobre estos hechos, afectando sus vidas y a las de sus pueblos, dando paso al nacimiento de la cultura.

Sin embargo, por muchos años se consideró una teoría bastante improbable el pensar que las majestuosas edificaciones mayas pudieron haber sido construidas con base en la observación y cálculo de la bóveda celeste.

Diversos estudios y pruebas realizadas por expertos de distintos lugares del mundo, confirman que los mayas tenían un profundo entendimiento del espacio exterior, además de haber hecho edificaciones tomando en cuenta ciertos fenómenos astronómicos.

Tanto para la Cultura Maya como para las demás civilizaciones del México Prehispánico, mirar hacia el cielo les dio los conocimientos necesarios para  hacer posible la vida en la tierra, literalmente, pues eran un pueblo agrícola.

¿Cuál era la relación entre la agricultura y la astronomía Maya? El vínculo entre estas disciplinas puede encontrarse en la religión. 

En el México precolombino la religión jugaba el papel de más alta relevancia. El firmamento se interpretaba como un reflejo del mundo superior y esto se tomaba como una explicación para los fenómenos naturales que acontecen en el planeta tierra. Esto a su vez, era el por qué de los rituales y la interpretación de los sacerdotes en cuanto al mandato divino.

Así, los antiguos mayas fusionaron sus conocimientos del firmamento con otras disciplinas como la arquitectura y las matemáticas, dando lugar al mítico calendario maya y las majestuosas construcciones que están indiscutiblemente relacionadas con las fuerzas del universo.

La rama de la ciencia que estudia la relación entre los sucesos astronómicos y los fenómenos arquitectónicos que acontecen en pirámides y templos mayas es la arqueoastronomía. 

Estos fenómenos arqueoastronómicos son la prueba indiscutible de la estrecha relación entre las disciplinas que la Cultura Maya llegó a dominar, probablemente de manera más avanzada que cualquiera de las civilizaciones modernas. 

Sin embargo, aún queda la pregunta ¿Por qué basar gran parte de su cultura en la observación de las estrellas?

La astronomía maya no solo está vinculada con la religión y la arquitectura; también está fuertemente unida a las matemáticas,entre muchas otras actividades, ritos y acontecimientos que se regían por el movimiento de los astros, como el nombramiento de un nuevo gobernante, el momento preciso para sembrar y cosechar o incluso, la noche adecuada para convertirte en huay (brujo maya que puede convertirse en animal).

Afortunadamente y solo durante ciertos días del año, sus ruinas todavía recuerdan el esplendor de su cultura, pues anuncian los cambios de estación y otros momentos especiales para la naturaleza con espectaculares juegos de luz y sombra en sus templos más importantes.

El descenso de Kukulcán es uno de los fenómenos arqueoastronómicos más conocidos e importantes para el mundo maya. Sucede durante los equinoccios de primavera y otoño, reflejando en las majestuosas escaleras del castillo la figura de la serpiente emplumada; quién desciende para bendecir la tierra un ciclo más.

En Dzibilchaltún, una hermosa zona arqueológica a escasos minutos de la Ciudad de Mérida, existe una construcción maya conocida como La Casa de las Siete Muñecas, cuya arquitectura resalta dentro del estilo maya. Es también durante los equinoccios de otoño y primavera que el astro rey se posa justo en medio, revelando que la puerta del recinto se construyó principalmente pensando en el sol.

Desde nuestro planeta, Venus es tan solo una bella luz en el manto estelar. Para nuestros antepasados indígenas, representaba un inmenso poder, una deidad y un punto de observación desde el cuál observar los fenómenos de la tierra.

En 1993, el arqueólogo Víctor Segovia Pinto y el matemático Eddie Salazar Gamboa  descubrieron un fenómeno arqueoastronómico al que llamaron La Serpiente lunar, la manifestación de la Diosa Ixchel, la señora de la luna, en el castillo de Chichén Itzá.

La arquitectura maya no solo era utilizada para anunciar fenómenos naturales importantes para los pueblos del Mayab, también era una herramienta para la observación de los astros y poder preservar así, la comunicación entre los hombres y las estrellas.

 

Por: Redacción2
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