EFE.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) llamó este miércoles a los gobiernos a controlar el gasto público para preservar la solidez de las finanzas y a no seguir una tendencia que suele producirse en los años electorales: gastar más y gravar menos.
“La historia y la evidencia empírica muestran que los gobiernos tienden a gastar más y gravar menos durante los años electorales” y 2024 es un año “particularmente desafiante”, con decenas de comicios que afectan a más de la mitad de la población mundial, explicó a EFE en una entrevista el director del Departamento de Asuntos Presupuestarios del fondo, Vítor Gaspar.
El FMI publicó hoy los últimos datos de su monitor fiscal y calculó que en 2024 volverá a haber un ajuste fiscal y el déficit mundial cerrará el año en el 4.9% del PIB, frente al 5.5% que registró al cierre de 2023.
Sin embargo, se espera que la consolidación fiscal a mediano plazo siga siendo modesta, y se prevé que el déficit general se estabilice en el 4.3% del PIB para 2029, alrededor de 0.7 puntos porcentuales más que en 2019.
En cuanto a la deuda mundial, se prevé que este año cierre en el 93.8% del PIB y que continúe subiendo hasta cerca del 100% del PIB para 2029 (98.8%), un aumento liderado por algunas economías grandes como China, Italia y Estados Unidos, que necesitan adoptar medidas “urgentemente” para abordar los desequilibrios entre el gasto y los ingresos, señala el fondo en su informe.
El FMI presentó el monitor fiscal en el marco de las reuniones de primavera que celebra estos días en Washington junto con el Banco Mundial y que están reuniendo a las principales autoridades económicas del mundo.
Los datos pronosticados, señala el fondo, podrían empeorar por la situación particular que se vive este año, cuando un número récord de países, donde habita más de la mitad de la población mundial, celebrarán elecciones nacionales.
La historia muestra que los gobiernos tienden a gastar más y gravar menos durante los años electorales y, según el FMI, los déficits en estos periodos tienden a superar las previsiones en 0.4 puntos porcentuales del PIB, en comparación con los años no electorales.
“El discurso político refleja predominantemente llamamientos al gasto público, apoyo fiscal y expansión fiscal. Estas circunstancias políticas van acompañadas de exigencias económicas y financieras derivadas de unos tipos de interés elevados, inciertos y volátiles, y de una desaceleración de las perspectivas de crecimiento a medio plazo”, apuntó Gaspar.
Por tanto, es fundamental que los gobiernos “eviten desvíos y se centren en reconstruir las reservas y en salvaguardar la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo”, afirmó.
Aunque las perspectivas económicas y financieras mundiales han mejorado en los últimos seis meses, la inflación ha caído y las condiciones financieras se han relajado, señala el FMI en el informe, muchos países “continúan luchando contra una elevada deuda pública”.
Así, el modesto ajuste fiscal que pronostica el fondo a mediano plazo (un déficit del 4.3% en 2029) es “insuficiente para estabilizar la deuda pública en muchos países”.
Con las políticas actuales, los déficits primarios (que excluyen los gastos por intereses) se mantendrán por encima de los niveles de estabilización de la deuda en 2029 en aproximadamente un tercio de las economías avanzadas y de mercados emergentes y en casi una cuarta parte de los países en desarrollo de bajos ingresos.
El tamaño de los ajustes adicionales que se necesitan varía, señala el fondo, y es “particularmente grande” para los mercados emergentes con crecientes ratios deuda pública frente al PIB.
Con información de Latinus