José, como muchos, se encuentra en una encrucijada personal y moral. A pesar de tener una relación estable con Sara, ha comenzado otra relación simultáneamente, sabiendo bien que contradice los acuerdos y la confianza establecida con su pareja. Este dilema no solo revela una crisis en su relación, sino una lucha interna profunda sobre la integridad y la autojustificación.
En su búsqueda por validar sus acciones, José se refugia en pensamientos que intentan minimizar su culpa: "Mi relación con Sara no me hace feliz", "Ella también ha cometido errores", "No recibo la atención que necesito". Estas justificaciones, aunque parecen aliviar su carga emocional momentáneamente, no hacen más que enredarlo en una red de autoengaño y resentimiento. Lo que comienza como simples excusas, pronto se transforma en mentiras, críticas y un profundo descontento.
El proceso de autojustificación es un mecanismo de defensa complicado y comúnmente empleado. Empezamos a creer en nuestra propia narrativa alterada de los hechos, convenciéndonos de que nuestras acciones son justas, incluso cuando estas contradicen nuestros principios éticos. Este camino nos lleva a actuar de maneras que no solo dañan nuestras relaciones sino que nos alejan de nuestra propia ética y bienestar.
Es crucial reconocer cómo la autojustificación se infiltra poco a poco en nuestras vidas. La practicamos, muchas veces inconscientemente, en nuestras decisiones diarias y compromisos. Es un fenómeno que no solo afecta a individuos, sino que tiene el potencial de crear situaciones altamente destructivas en un contexto colectivo.
Afrontar estos comportamientos requiere introspección y honestidad. Es esencial convertirse en observadores de nuestro interior, identificar nuestras verdades y asegurarnos de actuar en congruencia con nuestros valores más profundos. Todos cometemos errores y vivimos en cegueras momentáneas, pero es cómo respondemos y rectificamos estos errores lo que realmente define nuestro carácter.
El caso de José es un recordatorio de que la integridad personal es un trabajo constante. ¿Reconoces algún aspecto de tu vida donde podrías estar comprometiendo tu integridad? Reflexionar y actuar conscientemente son pasos fundamentales hacia una vida más auténtica y ética.
Con cariño Érika Rosas