La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) pagó 2,139 millones de pesos, en el primer trimestre del año, por el bono catastrófico, el cual es como una especie de seguro que puede ser utilizado en catástrofes naturales, tal como lo fue el huracán Otis el año pasado.
De acuerdo con el Informe de Finanzas Públicas y la Deuda Pública, de la Secretaría de Hacienda, en el primer trimestre del año se realizó el primer pago de este bono, cuya vigencia empieza este año y terminará en el 2028.
Sin embargo, la dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O no dio detalles sobre el costo final del bono, cuántos pagos faltan y cuáles serán los términos y condiciones para este nuevo periodo. El Economista consultó a Hacienda pero, al cierre de esta edición, no había respondido.
El dinero pagado por el bono se consideró dentro de los recursos transferidos para para la atención de desastres en el primer tercio del año. De esta manera, Hacienda fue la dependencia a la que se le transfirieron mayores recursos.
Le siguió la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), con un monto de 784 millones de pesos para la atención a la población en situación de emergencia por un fenómeno natural ocurrido en el 2023 (sin especificar cuál), a través de la adquisición de suministros de asistencia.
Por último, la Secretaría del Bienestar –encargada de programas sociales emblemáticos del gobierno– tuvo una transferencia de 506 millones de pesos por la atención a la población en situación de emergencia por un fenómeno natural ocurrido en el 2023 (sin especificar), a través de apoyos y asistencia.
En total, se transfirieron 3,429 millones de pesos para atender desastres naturales, lo que significó que en el primer trimestre del año estos recursos representaron apenas 15 centavos de cada 100 pesos que gastó el gobierno.
En marzo de este año terminó la vigencia del bono catastrófico que se contrató para el periodo en el 2020, y el cual pudo ser utilizado el año pasado ante el efecto devastador que tuvo el huracán Otis en Acapulco, Guerrero.
El bono catastrófico, lanzado en el 2020 en conjunto con el Banco Mundial, vencido era por 485 millones de dólares con cobertura contra pérdidas derivadas de sismos de diferentes magnitudes y ciclones tropicales.
Esta suma se dividía en cuatro series. La primera era Sismos Clase A, con 175 millones de dólares que cubría eventos de mayores magnitudes, con baja probabilidad de ocurrencia, pero con mayor impacto económico; cobertura enfocada en zona central del país.
Sismos Clase B, con 60 millones de dólares, para eventos de mayor probabilidad de ocurrencia y menores pérdidas económicas; cobertura enfocada en zona de la costa del Pacífico.
En el caso de huracanes, estaban los Huracanes Atlántico con 125 millones de dólares, cubriendo todas las zonas costeras del Golfo de México y Península de Yucatán, así como Huracanes Pacífico, con otros 125 millones de dólares, cubriendo todas las zonas costeras del Océano Pacífico y del Golfo de California.
Con información de El Economista.