La violencia criminal en el proceso electoral no sólo afecta a candidatos, políticos y funcionarios, también a sus familiares.
Madres, esposas e hijos son víctimas de ataques y se convierten en blanco fácil de los agresores, quienes aprovechan el desinterés de las autoridades y la ausencia de protección a las familias.
Durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, las familias de los candidatos, funcionarios y representantes de partidos políticos han sido víctimas de al menos 111 agresiones, entre ellas 86 asesinatos, de acuerdo con el estudio “Votar entre balas”, encabezado por las organizaciones Data Cívica y México Evalúa.
Veracruz, Oaxaca, Guanajuato, Zacatecas, Michoacán, Morelos, Guerrero y Puebla registran el mayor número de agresiones, detalla el estudio.
Con información de Latinus