CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Por medio de una carta dirigida a los candidatos a la Presidencia de la República, el gremio cultural y la ciudadanía, un grupo de trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) da a conocer en Proceso que prepara un diagnóstico ante la precariedad de las últimas administraciones.
Así, el Colectivo Interdisciplinario de Trabajadores del INAH propone “estrategias que ayuden al fortalecimiento del instituto”.
Firman 60 trabajadores --en el 85 aniversario del INAH-- para exponer en su estrategia, tras rechazar el rumbo que ha tomado la administración en los últimos años, marcada por la precariedad y el menosprecio hacia la investigación, la docencia, la conservación, la restauración, la difusión de las culturas y herencias culturales de México:
1.- Exponer las condiciones difíciles e inciertas que se han acentuado, como la inoperatividad técnica que implica la carencia de infraestructura, recursos materiales, económicos y de personal, y la inseguridad imperante, que obstaculizan realizar el trabajo para la sociedad mexicana.
2.- La publicación de un diagnóstico con datos objetivos y testimoniales, que dan cuenta del conjunto de agravios cometidos contra el instituto y, en consecuencia, contra el patrimonio cultural de la nación.
3.- El exhorto a la opinión pública a unirse en la defensa del INAH, al sector cultura, y “a los candidatos a la Presidencia de la República a reflexionar seria y profesionalmente sobre el futuro del INAH y la designación de quienes conducirán la Secretaría de Cultura y las instituciones del sector”.
Signan el documento:
Alejandra Figueroa Celito, Allan Ortega Muñoz, Alma Rosa Carmona Villamar, Ana Cecilia Campos, Andrea Guía Ramírez, Bolfy Cottom, Ángeles María Ivette Pérez Tello, Antonio Galván García, Axayácatl Gutiérrez Ramos, Carlos Antonio Reyna Lomelí, Ximena Rojas Muñoz, Carlos Miguel Huitz Baqueiro, Carolina Olvera Yerena, Claudia Figueroa Celito, Anaelí Chavira Cossío, Cuauhtémoc de Regil Alvarado Fernández, Cuauhtémoc Velasco Ávila, David Pérez Fernández, Edna Sandoval González, Eduardo Flores Clair, Eduardo Fabián Olivera Domínguez, Enrique Capilla Gutiérrez, Eva Astrid Alsmann López, Francisco Javier Guerrero Mendoza, Gabriela León Corona, Germán Gaytán Murillo, Gilberto López Rivas, Gonzalo Juvencio Fructuoso Hernández.
Ileana Edith Echauri Pérez, Irma García Hernández, Jannen Contreras Vargas, Javier Martínez Burgos, Jonatan Castro Puch, Jorge Arturo Gastélum Zepeda, José Manuel Figueroa Matus, José Manuel Martínez Rodríguez, Josué Antonio Chávez Vera, Juan Manuel Sandoval Palacios, Juana Moreno Hernández, Laura Díaz Flores, Laura Elena Corona De la Peña, Liliana Giorguli Chavez, Luis Jesús Ojeda Godoy, María Isabel Domínguez Aceves, Mónika Pérez Flores, Omar Gilberto Ruiz Sánchez, Patricia Hernández Ramírez, Ricardo Armijo Torres, Rosa María Vanegas García, Ruth E. Arboleyda Castro, Sergio Gómez Chávez, Silvana Berenice Valencia Pulido, Silvia Sánchez Sepúlveda, Susana Gurrola Briones y Teresita Miravete Barrios.
Las propuestas
En entrevista con Proceso, las restauradoras Ximena Rojas Muñoz y María Isabel Domínguez Aceves y el arquitecto José Manuel Figueroa Matus, explicaron que laboran en estos días al interior de la agrupación para mostrar una “radiografía” del instituto hacia julio próximo, y como siguiente punto realizar propuestas de trabajo a una nueva administración.
Tras hacer una síntesis de la historia del INAH como parte del Conaculta (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), y por tanto bajo el cobijo de la Secretaría de Educación Pública, y su integración a la Secretaría de Cultura (situación que lamenta por la desvinculación educación-cultura), Figueroa apuntó a necesidades elementales que hay en el día a día en el instituto:
“Esto no es nuevo, pero en los últimos años, con el tema de la ‘austeridad’ el INAH no funciona como es debido, si bien hay proyectos prioritarios o ‘megaproyectos’ con intereses particulares de la actual administración, eso hace que se descuiden las funciones sustantivas del instituto. A veces no hay lo más básico para las oficinas, para el papeleo, la limpieza, imagina que hay compañeros que tienen que poner de su dinero para viáticos en transporte y comida.
“Otra cosa son los perfiles para áreas, hay veces que ni se concursan en servicio de carrera con el perfil y serie de requisitos, son amigos o compañeros de autoridades que llenan puestos”.
Domínguez Aceves afirmó que el presupuesto en los últimos años --“el más grande para el INAH” según Diego Prieto, su director--, nunca ha sido para lo sustantivo sino para el “megaproyecto” del Tren Maya:
“El discurso ante la opinión pública es que el instituto nunca ha tenido más presupuesto que lo que hoy goza (un incremento del 61.20% respecto a 2023) y las oportunidades que tiene, pero es un discurso engañoso porque ciertamente nunca ha tenido un presupuesto así, pero no para las responsabilidad que por Ley Orgánica tiene, sino dirigido a proyectos presidenciales, descuidando sus actividades sustantivas.
“Estamos preocupados porque siga nuestra institución, la sociedad lo requiere, que se salvaguarde el patrimonio cultural para la memoria futura de nuestro pueblo, para nuestros compatriotas, y a nivel internacional”.
Mientras que Rojas Muñoz señaló acerca del diagnóstico en proceso:
“La preocupación que tenemos es la parte de hacer un expediente de agravios de cómo está el instituto, lo que afecta el desarrollo del INAH, lo que limita el desempeño de nuestras funciones, cómo las sustantivas en la investigación, docencia, difusión y conservación no se cumplen a cabalidad, ni siquiera se está cumpliendo el Plan Nacional de Desarrollo y el programa sectorial, por esa situación que persiste desde hace varios años y que ha sido más notoria en los últimos años”.
El nuevo sexenio
A decir del antropólogo, investigador de la Dirección de Estudios Históricos (DEH) del INAH, y doctor en Historia y Derecho, Bolfy Cottom, en efecto las necesidades del instituto han crecido en los últimos años, no así el presupuesto para las actividades sustantivas.
Su respaldo al Colectivo Interdisciplinario de Trabajadores del INAH, dijo, responde a las necesidades de dar una perspectiva sobre el actual sexenio:
“Desde el inicio de este sexenio la batalla ha sido intensa, a favor o defensa si se le quiere ver así, de la cultura y la ciencia, porque ambas ramas fueron duramente golpeadas, y partiendo del supuesto en el que formé parte incluso, que fue una base importante de apoyo al actual presidente, hubo una especie de manipulación de comunidades de cultura, científicas que vivieron este proceso de transición más cercano.
“En mi particular posición me enfoqué en el tema de cultura, instituciones culturales, financiamiento para investigación, las escuelas, las actividades sustantivas del INAH que han resultado golpeadas. No niego que esta administración ha hecho su mejor esfuerzo, pero una vez plegados al ordenamiento del Ejecutivo, porque en estricto sentido la política cultural viene del Ejecutivo, de sus intereses, y sobre esa base no hay poder humano que pueda oponerse”.
Y relató su experiencia sobre el Tren Maya, al que se refirió como un “proyecto faraónico”:
“Di un recorrido por el Tren Maya y es deprimente lo que ha sucedido, siempre tenía duda sobre si lo que escribían los medios de comunicación era verdad, si lo que cuestionaban los compañeros ambientalistas era real, y el panorama es desolador, y la serie de problemas que conlleva esto.
“Lo planteo porque la cultura como política de gobierno se ha sujetado a estos caprichos. La reducción del presupuesto ha sido letal. Se tiene que poner del bolsillo propio y en algunos casos no se cumple con lo más básico, no hay trabajo de mantenimiento, de limpieza, se le retrasa el pago al personal de limpieza que si bien es contratado por instituciones es un desorden que se prive desde esa perspectiva”.
Afirmó que tras lo anterior decidió sumarse a los compañeros del colectivo como lo ha hecho previamente en otros ámbitos y foros organizados, pues a su decir hay dos mundos: uno el de los funcionarios, para quienes todo está perfecto y en los mejores tiempos, con políticas claras de apoyo a instituciones, y el de los trabajadores que viven una serie de carencias:
“Me sumo con los compañeros porque creo que tienen razón, ellos y todos padecemos esta afrenta al quehacer institucional”.
Si bien comentó que cada cambio de gobierno es siempre esperanzador, no hay que perder de vista que las etapas de campaña son momentos de “ilusiones”:
“Se dice que la institución que más aumento de presupuesto recibió fue el INAH, pero obviamente no, no tengo datos de dónde se ha ejercido ese presupuesto, pero lo significativo es que están enfocados en la península, el sureste, como si la arqueología fuera sólo en esa zona.
“Hubo una reducción presupuestal notoria desde 2017 a la fecha, de ahí que quien llegue se encontrará con grandes desafíos. Esta Secretaría de Cultura no tiene la estructura para atender a todo el sector cultural, este sexenio prácticamente desapareció, el que más brilló es el INAH, ha aparecido más en las ‘Mañaneras’, el señor director decía ‘el INAH es más reconocido’, y no, es más famoso, que es distinto, por estar mediáticamente presente”.
Y remató respecto a los días posteriores a la elección de este 2 de junio:
“Hay esperanza pero no me hago muchas ilusiones, el déficit en el que queda el país es preocupante, y siempre hay sectores castigados, la educación, salud y cultura, y este último es el más miserable”.
Con información de proceso.com.mx