Final Celtics-Mavericks: urgencia de título con sabor contrastante

Está claro que en todas las finales de la historia del deporte ambos oponentes siempre quieren quedarse con el trofeo. Pero hay escenarios como el de las NBA Finals 2024 en los que el miedo de perder pesa más que la motivación por ganar.

La final de la NBA en esta temporada es entre Boston Celtics y Dallas Mavericks. Ambas instituciones llegan motivadas por el deseo de romper sequías de más de una década, pero en el caso de una de ellas esa motivación se transforma en presión y allí surge un factor en contra.

“Aquí, quien tiene la obligación es Celtics, una franquicia que tiene mucho tiempo sin ganar y más para una franquicia como son ellos. Desde 1986 hasta 2008 también estuvieron sin ganar, pero es una franquicia que, por cómo está compuesta la plantilla y con el tema de salarios, tiene que ganar sí o sí para dar continuidad a un proyecto que financieramente está muy comprometido”, analiza para El Economista, Marcos Iglesias Bango, fundador de Cancha NBA, medio digital originario de España que analiza basquetbol.

“Esto va a favorecer a los Mavericks, que llegan sin ninguna presión mientras que los Celtics, por el contrario, si no ganan el anillo, esto se puede catalogar como un mini fracaso, sobre todo después de lo acontecido en las últimas temporadas. Aquí los Mavericks tienen mucho que ganar y los Celtics tienen mucho que perder”.

Boston Celtics está empatado con Los Ángeles Lakers como los equipos más ganadores en la historia de la NBA con un total de 17 trofeos para cada uno. El equipo que viste en verde fue una locomotora de victorias entre la década de los 50 y los 80, pero si se toman como parámetro los últimos 36 años, sólo ha sido capaz de ganar un anillo: el de 2008.

Desde entonces, los Celtics llegaron a un par de Finals más pero perdieron: en 2010, precisamente contra los Lakers, y en 2022 contra Golden State Warriors. Este 2024, contra Mavericks, es su tercera oportunidad para retomar el trofeo de la NBA y lo hacen con el aliciente de haber terminado como el equipo mejor sembrado de la liga (64-18).

“Los Celtics tienen la oportunidad de romper el empate con los Lakers y convertirse en el equipo con más campeonatos de la NBA. Esta motivación histórica añade una capa significativa de presión”, agrega Rodolfo Ramírez, periodista mexicano especializado en basquetbol (LNBP y NBA) desde hace 13 años.

“Con jugadores estrella como Jayson Tatum y Jaylen Brown en su mejor momento, existe una presión para capitalizar esta ventana de oportunidad y ganar un campeonato. Habiendo llegado a las finales de conferencia y a las NBA Finals recientemente, los Celtics tienen expectativas internas de dar el siguiente paso y ganar el título”.

Joe Mazzulla es el entrenador que apunta a romper 16 años de sequía de título para los Celtics, aprovechando un vertiginoso ritmo de 78% de efectividad de triunfo en la temporada regular 2023-24 y apenas dos derrotas en playoffs.

Mazzulla tiene 35 años y es el head coach más joven en la historia de las NBA Finals desde Bill Russell en 1969, curiosamente, dirigiendo también a Boston. Pese a su juventud, espera conseguir lo que no pudieron Doc Rivers en 2010 e Ime Udoka en 2022: recuperar el anillo para los Celtics.

“Deberá enfocarse en la estrategia, preparación y manejo de jugadores para maximizar el rendimiento de los Celtics”, opina Rodolfo Ramírez, aunque delegando peso también para Jayson Tatum como una pieza fundamental de Boston dentro de la duela.

“Tatum es uno de los anotadores más versátiles de la liga, capaz de crear su propio tiro, anotar desde el perímetro y finalizar en el aro. Su capacidad para anotar en diferentes situaciones pone presión constante en la defensa rival. Ha demostrado ser capaz de realizar grandes actuaciones en momentos críticos. Su habilidad para mantener la calma y ejecutar en momentos decisivos será crucial. Como defensivo, es capaz de marcar múltiples posiciones, lo que permite a los Celtics tener flexibilidad en las asignaciones defensivas”.

Mavericks: ilusión más que presión

Del lado contrario están unos Dallas Mavericks que disfrutan de su regreso a las NBA Finals después de 13 años. De hecho, a lo largo de su historia, sólo han llegado a dicha instancia en tres ocasiones, agregando la de 2006 y la actual de 2024.

Su único trofeo de liga fue en 2011 sobre Miami Heat, con la astucia del alemán Dirk Nowitzki como uno de sus jugadores clave. Esta vez hay otro europeo que lidera las acciones de los Mavericks en busca de su segundo título: el esloveno Luka Doncic.

“Si hablamos de jugadores determinantes, del lado de Mavericks está claro que es Luka Doncic, para mí, actualmente es el mejor jugador del mundo y en mejor forma”, subraya Marcos Iglesias.

“Ha sido clave en traer a estos Mavericks hasta las Finals. Es cierto que empezó los playoffs sin que se le viera tan bien, sobre todo en la primera serie ante Clippers, pero será el más determinante. También está el acierto del tema de jugadores secundarios como PJ Washington, Daniel Gatford, Dereck Lively y Kyrie Irving. Ahí va a radicar el éxito de estos Mavs”.

Los especialistas coinciden en que los Mavericks no tienen presión para estas NBA Finals, a pesar de que también tienen una larga sequía de campeonato por romper (13 años). Su contexto histórico y actual es diferente al de los Celtics.

“Los Mavericks vienen de una temporada en la que, aunque ellos confiaban mucho en sí mismos, muy pocos pensaban que se iban a plantar en las Finals, entonces creo que a nivel mental vienen muy bien, las buenas sensaciones de los playoffs los hacen llegar así y el no ser favoritos les quita presión, pase lo que pase habrán hecho una magnífica temporada”, refiere el creador de Cancha NBA.

Rodolfo Ramírez concluye: “Con una superestrella joven como Luka Doncic (25 años), hay una urgencia de comenzar a construir su legado ganador. Cada temporada que pasa sin un campeonato aumenta la presión para aprovechar al máximo su talento.

“La adquisición de Kyrie Irving añade una dimensión adicional de expectativa. Los Mavericks no solo quieren ganar, sino demostrar que la incorporación de Irving fue un movimiento acertado para competir por títulos.

Aunque ambos equipos tienen fuertes motivaciones para ganar, la obligación histórica y la presión de la tradición de los Celtics puede ser vista como más significativa en términos de legado y expectativas continuas”.

Esta será una final inédita en la historia de la NBA que dará comienzo el jueves 6 de junio en la arena TD Garden de Boston. Será hasta el tercer partido cuando la serie se mueva a Dallas; en caso de ser necesarios, los juegos 5 y 7 regresarían a Boston y el 6 a Dallas (American Airlines Center).

Con información de El Economista.

Por: Edición 10
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