El triunfo del partido Movimiento Regeneración Nacional en todo México fue muy claro, a pesar de las irregularidades y las violaciones a la ley que no se dieron el 2 de junio solamente, sino durante todo el sexenio, la realidad es que no hay forma de darle la vuelta a los números del electorado que eligió salir a refrendar la forma de gobierno de nuestro actual presidente, como él lo pidió durante las campañas, la oposición perdió, y perdió por mucho, y con ello el pueblo perdió libertades, perdió democracia, y perdió vida.
Quedó claro, votamos por una cultura de muerte, donde se siga derramando la sangre de los más vulnerables e inocentes, se votó por la ignorancia, por sistemas educativos basados en ideologías y no en la ciencia, se votó por la pérdida de la patria potestad sobre nuestros hijos y por el atentado en contra de la libertad de expresión para quienes no estamos de acuerdo con hablar mentiras biológicas y aplaudir la perversión sexual de nuestra sociedad en todas las esferas. México ejerció su derecho a elegir y eligió, ahora nos toca seguir trabajando, con más fuerza, con más diligencia, con más compromiso, nos toca concientizar sobre el valor de la vida, de la familia, de las libertades, nos toca sembrar valores en las bases sociales, nos toca concientizar a nuestros niños y jóvenes sobre el valor de su patrimonio sexual, nos toca fortalecer la identidad de nuestros adolescentes en la verdad de su naturaleza, nos toca fortalecer el matrimonio, la familia, modelar correctamente estas figuras para que se sigan multiplicando en nuestra sociedad, nos toca seguir informándonos y levantando la voz para defender nuestra libertad de expresión, de religión, de elección, es tiempo de ser firmes en nuestras convicciones, de ser congruentes en lo que pensamos y hablamos, para que lo que hagamos sirva para enriquecer a México.
Es tiempo de hacer tiempo para lo importante y dedicar tiempo para sembrar cultura de la legalidad, respeto cívico, es tiempo de voltear a vernos en el espejo y recapacitar sobre lo que no hicimos, o lo que dejamos de hacer, de considerar lo que hicimos, si fue bueno o malo o nos faltó, y qué nos faltó, es tiempo de visualizar el México que verdaderamente queremos y unirnos en una misma visión con quienes la compartimos para seguir sacando a México adelante, es tiempo de limpiar nuestros pies y manos y enfocar la mente en lo que edifique, en cortar las raíces de amargura de la sociedad y sanar los dolores que nos han creado, es tiempo de tomar aire y limpiar la tierra, y empezar a sembrar vida en nuestro entrono inmediato.
México no se terminó este 2 de junio, y si algo nos demostró es que hay mucho trabajo por hacer, hay mucha vida por la cual pelear.
Así que a levantar el ánimo, a tomar la responsabilidad que nos toca por lo que pasó, por lo que vivimos y lo que vendrá, definamos bien nuestras posturas por el bien de nuestras generaciones, y comencemos a trabajar por ellas de manera comprometida y formal porque todavía es tiempo de dejarles un México mejor del que encontramos nosotros.
Vamos México, eres el águila que devora serpientes.
Lic. Ruth Sánchez Hernández