A ti ciudadano:
La palabra chamba tiene un origen mexicano que está fuertemente ligado a la migración, además de existir en el lenguaje de otras culturas latinoamericanas con diferentes connotaciones.
Los mexicanos no se van a trabajar, se van a chambear. La palabra chamba, según la Real Academia de la Lengua, se utiliza para llamar coloquialmente al trabajo o empleo en México, Ecuador y otros países de América central.
Sin embargo, el origen de la palabra chamba en México tiene más de una versión y todas son reales, la cuestión es que no se puede asegurar cuándo fue la primera vez que se utilizó la palabra chamba.
Desde África hasta Estados Unidos, México ha tenido contacto en diferentes momentos de su historia con países y culturas que pudieron introducir la palabra chamba al léxico mexicano.
El mexicano es chambeador. Sin importar la clase social ni la naturaleza de su labor, todo mexicano amanece preparado desde la noche anterior para irse a chambear.
Sale de su casa directo a la chamba. Su camino le da ánimos para empezar la aventura del día. Ya sea en el último piso del edificio más alto hasta ver caer la noche o en la central de abastos desde la madrugada, nutriendo a todos los mercados de la ciudad. El que chambea duro, chambea duro.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos mandó a sus hombres a la guerra, lo que ocasionó que mujeres y mano de obra mexicana tuvieran la oportunidad de incursionar en la fuerza laboral norteamericana.
El acuerdo se llamó Programa Bracero (1942 – 1965) y permitió a hombres mexicanos trabajar principalmente en los campos Estadounidenses. Al principio, el trabajo para los extranjeros era exclusivamente en el campo de la agricultura, sin embargo, las oportunidades pudieron ampliarse a la minería y construcción. Para renovar sus contratos o encontrar uno nuevo, los mexicanos tenían que dirigirse a la Cámara de Comercio o Chamber of Commerce del país norteamericano.
Entonces, el nombre de Chamber of Commerce, al ser complicado de pronunciar y recordar, se redujo a “La Chamber” y después fue conocida por todos los latinos como “La Chamba”; una metamorfosis del lenguaje que se dio gracias a la fusión cultural y soporte económico entre Estados Unidos y México.
Desde entonces y gracias a la difusión por el cine y la televisión en México, hemos dicho “Me voy a la Chamba”, “Voy a buscar Chamba” y “Es bien chambeador” para decir que ya nos vamos al trabajo, estamos buscando laburo o que alguien tiene la buena costumbre de trabajar duro.
En el Breve diccionario etimológico de la lengua castellana de Joan Corominas de 1961, se postula que desde 1884 la palabra chamba significa chiripa, que significa que gana por pura suerte. A su vez se cree que la palabra puede derivar de chambón, que en portugués antiguo significa grosero o patán.
La palabra chamba significa trabajo en Ecuador, mientras que en Colombia y en Venezuela es una valla que delimita un predio; por lo que chambear podría referirse a la realización de estas zanjas.
Chamba también es el nombre de un distrito en la India, así como el nombre de una tribu y sus idiomas en Nigeria.
En El Salvador, chamba es otra manera de nombrar a aquellos cuyo nombre de pila es Salvador. Otros países que reconocen la palabra chamba como un sinónimo de trabajo además de México son Perú y Costa Rica.
México es un país tremendamente rico en su diversidad cultural, hablando tanto de sus culturas originarias como las que llegaron al país en algún punto de la historia. Lamentablemente, no siempre se reconocieron estas culturas extranjeras en la historia de México por distintos factores.
Durante el Virreinato de la Nueva España se introdujo a México la cultura africana; traídos mayormente desde Portugal. Fue una época de esclavitud y fusión entre los pueblos. La lengua no fue la excepción en cuanto a los cambios provocados por esta combinación de culturas.
Se cree que la palabra chamba puede ser de origen africana y que deriva de una combinación entre las lenguas indígenas de aquél país con el idioma portugués.
Algunas sospechas de palabras que pudieron convertirse en la palabra chamba que conocemos hoy en día están:
Changbe: Palabra de origen yorubo que significa “Cortar matorrales” o “Limpiar terreno”.
Changbo: Palabra de origen lucumí que significa “Cortar el monte para la siembra”.
Chamba en suajili: Para los africanos kisuahili, su significado es plantación o heredad, en referencia a un predio que pertenece a una persona o familia.
Chamba en kiluba: La tribu Katanga, cuya lengua es el kiluba, entiende por chamba una torre o montículo de tierra.
En México las expresiones sobran, por lo que chambear también puede traducirse como “ganarse la papa”, “perseguir la chuleta” o “ir al jale”. Sin importar la palabra o expresión que prefieras utilizar, ahora sabes que debes decir que sí cuando te ofrezcan chamba y a decir “El que no quiera chambear que no nazca” si te dicen ¡Pa’ su mecha! ¡Eres bien chambeador!
Por Víctor Hugo Estala Banda