Trump visita una iglesia de Detroit en un intento por convencer a votantes afrodescendientes

Donald Trump se aventuró el sábado donde pocos candidatos presidenciales republicanos pisan: la ciudad de Detroit, donde asistió a un foro comunitario como parte de una campaña para apartar a los votantes negros del presidente Joe Biden de cara a las elecciones de noviembre.

La aparición de Trump en una iglesia negra atrajo a una mezcla de residentes locales curiosos y partidarios acérrimos, pero pocas protestas.

Tanto Trump como el demócrata Biden han apuntado a Michigan como un estado en el que hay que ganar y en el que cada voto puede marcar la diferencia, y la campaña de Trump argumenta que existe una oportunidad de ganarse a los votantes negros, en particular a los hombres, que pueden sentirse atraídos por las políticas económicas y de seguridad fronteriza del expresidente.

Pero Detroit es también un lugar que Trump denigró hace cuatro años como "corrupto" al argumentar que no se podía confiar en los resultados de las elecciones de 2020 allí.

En la Iglesia 180, en el lado oeste de la ciudad, Trump se sentó en el escenario en una mesa flanqueada por un panel de miembros de la comunidad local, incluidos propietarios de pequeñas empresas y activistas. El acto fue moderado por el representante de Florida Byron Donalds, candidato a la vicepresidencia por Trump.

Trump se centró en sus mensajes principales, arremetiendo contra la administración Biden por la elevada inflación, la delincuencia y la inmigración ilegal, que, según dijo, ha perjudicado especialmente a los estadounidenses de raza negra.

"Están entrando en vuestra comunidad y os están quitando el trabajo", dijo Trump, sin presentar pruebas. "Tenemos que echarlos".

Trump dijo que la delincuencia era "más rampante aquí, en las comunidades afroamericanas", y añadió que la "población negra quiere la aplicación de la ley más que cualquier otra."

También prometió revitalizar la industria automovilística local en Detroit imponiendo aranceles a los vehículos fabricados en México y otros países.

Con información de El Economista.

Por: Edición 10
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