La oposición debe cambiar la estrategia

No me detendré a comentar los resultados ya por todos conocidos de la pasada jornada electoral, basta ver de qué color se pintó el mapa de México para realizar un análisis de cómo un partido político de reciente creación logró tanta fuerza y aceptación ante tan pocos y malos resultados del actual gobierno federal.

En una verdadera democracia debe existir un sistema de pesos y contra pesos que limite y equilibre el poder público. En el sistema presidencialista mexicano, es el Congreso de la Unión quien actúa como la representación popular de las y los mexicanos para aprobar o no, al ejecutivo federal.  A la par, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, considerada hasta el momento un Poder sólido y confiable, ha realizado históricamente la defensa y protección a nuestra Constitución.

Para Morena, la próxima integración de las legislaturas en las Cámaras de Diputados y de Senadores con apoyo de los partidos Verde y del Trabajo, le da la ventaja con esa mayoría aplanadora de sacar adelante cualquier reforma constitucional y legal. Por su parte, la Corte está en total incertidumbre jurídica y política respecto a la forma en que se elegirán a sus integrantes.

Ligado a lo anterior, ya se ha mencionado por la presidenta electa Claudia Sheinbaum de las reformas políticas, electorales y estructurales a los diferentes entes públicos, que por la conformación tanto del Congreso de la Unión, los congresos locales y la SCJN, puede materializar sin mayor problema.

Sheinbaum debe entender que la ciudadanía por ningún motivo le ha entregado un cheque en blanco para gobernar, por lo que debe velar por los intereses que más apremian a nuestro país, empezando por dejar de lado una política de división basada en un discurso de odio que lejos de sacar al país adelante, lo sume más en la confrontación.

Como primera presidenta de México, deberá responderle a México por los errores y omisiones de AMLO, por su nulo acierto en la ejecución de políticas públicas; a las familias de personas desaparecidas; a las y los campesinos por el abandono al campo; al sector empresarial por la falta de inversión nacional y extranjera; a quienes transitan a lo largo y ancho del país por carreteras en pésimas condiciones; a quienes viven en la pobreza, así como a quienes no tienen acceso a la educación.

No podemos invisibilizar los más de 20,000,000 votos de la oposición, ciudadanas y ciudadanos, que también merecen respuestas a sus necesidades. La oposición debe representar los intereses reales de ese México que confió en ella, con responsabilidad, fuerza, fiel contrapeso político, así como social. Para inicio, con una profunda introspección hacia sus bases, mirar hacia atrás para aprender de los errores, renovar sus dirigencias, entender el fenómeno político al cual se enfrenan, escuchar y dar voz a la ciudadanía, para así, estar a la altura de la circunstancia que se avecina para nuestra democracia.

Jahzziel Aguirre

Por: Redacción2
Comentarios