El ex gobernador José Reyes Baeza señaló que la salida de Alito Moreno de la dirigencia nacional del PRI es impostergable, llevó al partido en caída libre y secuestró a la institución con sentido materialista, no ha dado resultados, repartió a su camarilla candidaturas, se sataniza a quienes no comulgan con él y ahora debe abrirse un proceso de novación democrática, “no se trata de quién se queda a administrar los restos del naufragio”, indicó al señalar que la nueva dirigencia designará a su equipo y en el caso de Chihuahua sobre Alex Domínguez debe entender el momento y ser un dirigente sólido.
Dicha corriente al interior del PRI se configuró desde hace dos años por líderes políticos de todo el país, “que hemos estado manifestando nuestra inquietud y preocupación, nuestra inconformidad, incluso por la permanencia de Alejandro Moreno en la dirigencia nacional”, dijo al destacar que se ha sumado mayor simpatía y se busca acrecentar opiniones en torno a la salida inmediata de la dirigencia.
Recordó que el período estatutario para el que fue electo Alejandro Moreno por cuatro años venció en agosto del 2023. Sin embargo, destacó que Alejandro Moreno en agosto del 2023 convocó al Consejo Político Nacional del Partido “y saca un acuerdo del consejo por virtud del cual se le difiere la terminación o se le prorroga o se amplía el período por 90 días hábiles más de los cuatro años. Eso significa que 90 días hábiles son casi cuatro o cinco meses. Entonces si se renueva en agosto se va prácticamente a enero el período o la aplicación del término para él, a enero del 2024, y cuál era la estrategia o cuál fue la trampa en este asunto, que el estatuto y la ley prohíben hacer cambios de dirigencia de los partidos nacionales una vez que haya iniciado formalmente el proceso, un proceso electoral federal. Si entonces se amplía en el período hasta enero del en el caso del 2024. Obviamente, para ese entonces ya estaba iniciado el proceso electoral”
Indicó que el propósito de Alito Morena de conducir el proceso, era “manejar libremente el presupuesto del partido y manejar las candidaturas plurinominales y consolidar a ese grupo de amigos y a la camarilla que se ha venido construyendo en torno a la dirigencia del PRI nacional”.
Agregó que Alito Moreno ahora, después de los lamentables resultados que ha tenido el PRI, convoca una asamblea nacional y todo indica que en esa asamblea pretende con la presencia de los militantes asambleístas modificar el estatuto para poderse quedar en el partido “o personalmente o por interpósito persona”, acotó.
Reyes Baeza señaló que millones de militantes están en contra de la permanencia de Alito Moreno en la dirigencia nacional del PRI, su periodo ya venció y lo que se tendría que debatir es el cambio de dirigencia y el procedimiento estatutario, democrático que garantice a todas las personas, independiente dela corriente política a la que formen parte dentro del partido.
Señaló que cuando Alito Moreno toma la dirigencia del partido, el PRI gobernaba 12 estados, ahora 2 gobernadores. En la elección del 2012 el PRI tuvo más casi 17 millones de votos, en 2018 con José Antonio Meade se tuvieron casi 7 millones 700 mil y ahora en 2024 el partido tiene poco más de 5 millones. Pasaron de 17 puntos porcentuales ahora al 10% de la votación total, “vamos en caída libre y esa es razón suficiente para buscar y pedir que salga lo antes posible de la dirigencia Alejandro Moreno, su salida es improrrogable es impostergable porque el partido está en riesgo de ser un partido nacional de tener la viabilidad y seguir teniendo la simpatía de millones de mexicanos y mexicanas”.
Cuestionado sobre Graciela Ortiz como parte de la dirigencia de Alito Moreno, aclaró que no se está en contra de las personas en lo individual, sino contra una dirigencia que no ha dado resultados y evidente su falta de resultados continúe encabezando un proyecto político en el presente y hacia el futuro, “pedimos la salida dela dirigencia nacional que encabeza Alejandro Moreno, ya llevado a cabo el proceso democrático y llegando la nueva dirigencia, el nuevo presidente y o secretario o secretaria, tendrán la facultad de decidir quiénes son los que los deban acompañar, para iniciar este proceso de renovación de rencauzamiento de la vía y de la ruta que va a seguir el PRI, pero no podemos seguir en la misma ruta porque a todas luces es incorrecta, es inadecuada, está llena de insatisfacción en términos de cumplimiento de metas entonces vamos mal y si no lo decimos ahora nos vamos a arrepentir porque tal vez en la siguiente elección vamos a tener el 7 o 6 por ciento y así llevamos al partido al naufragio y no se trata de quién se queda a administrar los restos del naufragio, se trata de ver cómo remontamos esa caída libre y empezamos a reconstruir hacia arriba el partido".
“Lo que pedimos es que se abra el proceso y que quien tenga experiencia, militancia, deseo, ímpetu de participar lo haga cumpliendo los requisitos estatutarios, pero no se puede permitir que se tenga secuestrado al partido y que se esté convocando a una asamblea para seguir y continuar con ese secuestro, con un sentido materialista del partido, el PRI es un partido nacional y debe abrirse a todas las expresiones, debe respetar las diferentes opiniones internas, el partido es un partido que se nutre de las opiniones muy diversas que se tienen en cada entidad federativa, ahora resulta que quien no comulgamos con la actual dirigencia se nos sataniza y hasta se les pretende expulsar del partido, ese es un error político estratégico de quien preside la dirigencia en este momento”, sentenció el ex gobernador priista.
Sobre Alejandro Domínguez como dirigente del PRI en Chihuahua, José Reyes Baeza aclaró que para el actual dirigente es incómodo al quedar en medio de la presión de muchos que están en contra de la actual dirigencia nacional y por otro lado atendiendo las indicaciones y metas que le establece la dirigencia nacional, “confío en que Alejandro Domínguez tendrá el tamaño para entender. la capacidad intelectual y política que la tiene, la entender el tiempo y la circunstancia que le toca vivir para ser un dirigente de partido sólido, un dirigente abierto que entienda estos nuevos tiempos y que reconozca que de seguir como vamos estamos dirigidos hacia el precipicio”.