De acuerdo con el sitio de American Cancer Society, el cáncer de ovario se desarrolla cuando células malignas se forman en el tejido de uno o ambos ovarios. A diferencia de otros tipos de cáncer ginecológico (como el de cuello uterino), no existe una prueba de detección temprana específica, lo que complica su diagnóstico inicial.
Según los expertos, la detección en etapas tempranas aumenta significativamente las posibilidades de un tratamiento exitoso, por lo que es vital prestar atención a ciertos síntomas que podrían indicar la presencia de esta enfermedad. Uno de los principales factores de riesgo del cáncer de ovario es la edad, siendo más común después de la menopausia. Además, los antecedentes familiares de cáncer de mama o de ovario, la obesidad y las mutaciones genéticas, especialmente en los genes BRCA1 y BRCA2, aumentan el riesgo.
Las mujeres con mutaciones en estos genes tienen hasta un 54% más de probabilidades de desarrollar esta enfermedad.
La medicina de precisión ha avanzado con la posibilidad de realizar pruebas genéticas que identifican estas mutaciones, lo que permite una mejor planificación y tratamiento.
Aunque los síntomas del cáncer de ovario pueden ser confusos y similares a los de otras enfermedades menos graves, hay algunos signos que deberían motivar una visita al médico, esto de acuerdo con el mismo sitio:
Dado que no hay una prueba de detección estándar para el cáncer de ovario, es fundamental que las mujeres mantengan sus consultas ginecológicas regulares. En casos de sospecha, se recomienda realizar análisis de sangre y pruebas de imagen como ecografías, tomografías y resonancias magnéticas para evaluar la presencia de masas sospechosas.
La tecnología y los avances en tratamientos, como las terapias dirigidas que atacan células cancerígenas específicas, han mejorado las perspectivas de las pacientes. No obstante, la clave para un tratamiento exitoso sigue siendo la detección temprana. Como aconsejan los especialistas, cualquier anomalía persistente en la salud debe ser motivo de consulta médica para descartar posibles problemas graves, incluyendo el cáncer de ovario.
La concientización y la educación sobre los síntomas y factores de riesgo son esenciales para reducir la incidencia y mortalidad de esta enfermedad. Las mujeres deben estar informadas y actuar rápidamente ante cualquier síntoma sospechoso, manteniendo así una vigilancia constante sobre su salud ginecológica.
Con información de Informador.mx