Reino Unido prepara despliegue policial por protestas y el regreso del fútbol

El Reino Unido enfrenta un fin de semana crucial en medio de una creciente ola de disturbios que han sacudido varias ciudades. La tensión entre grupos de extrema derecha y antirracistas ha alcanzado niveles alarmantes desde el asesinato de tres niñas en Southport, evento que desencadenó una serie de violentos enfrentamientos y protestas.

El primer ministro, Keir Starmer, ha intensificado las medidas de seguridad y ha desplegado más de 6 mil agentes especializados para controlar la situación. La Policía está en "alerta máxima" para gestionar el aumento de las protestas, que coinciden con el inicio de la segunda división del fútbol inglés, lo que complica aún más el operativo de seguridad debido al desplazamiento masivo de aficionados.

Stephen Roberts, subdirector de la Policía Metropolitana de Londres, advirtió que la jornada puede ser "crítica y difícil". La presencia de elementos radicales dentro de las multitudes de seguidores del fútbol podría exacerbar los problemas, combinando la violencia política con el caos asociado al deporte.

Las autoridades ya han arrestado a más de 700 personas desde el inicio de los disturbios, con 302 acusaciones formales y varias condenas. El gobierno y los tribunales han demostrado celeridad en la respuesta judicial, imponiendo penas a quienes inciten al odio y a la violencia. Recientemente, tres individuos fueron condenados por promover ataques contra centros de acogida de solicitantes de asilo, mientras que un concejal laborista enfrenta cargos por incitación al asesinato durante una protesta antirracista.

El rey Carlos III ha expresado su apoyo al primer ministro y a las fuerzas de seguridad, subrayando la importancia de los valores compartidos de respeto y entendimiento para superar la crisis. En una llamada telefónica con Starmer, el monarca prometió apoyo adicional a las comunidades afectadas y destacó el papel crucial de la Policía en el restablecimiento del orden.

A medida que el fin de semana avanza, el foco de atención se centra en puntos críticos como Liverpool, Newcastle y Belfast, donde se han programado manifestaciones. Además, la Policía Autónoma de Irlanda del Norte ha recibido refuerzos para enfrentar los disturbios en la región, que han resultado en heridas para varios agentes y numerosas detenciones.

El desafío es inmenso, y las autoridades están preparadas para un escenario potencialmente explosivo. Con un claro mensaje a los potenciales alborotadores de que cualquier violación de la ley será severamente castigada, el Reino Unido se enfrenta a un periodo de intensa vigilancia y control para asegurar que la situación no se descontrole aún más.

Con información de Crónica.

Por: Edición 10
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