Ex consejeros del Instituto Nacional Electoral y Magistrados del Tribunal Estatal del Poder Judicial de la Federación emitieron una carta hacía los actuales puestos en los magistrados del TEPJF y consejerías del INE para llevar a cabo una conformación de curules con representación plural de partidos.
A las Consejeras y Consejeros Electorales del INE y a las Magistradas y Magistrados de la Sala Superior del TEPJF:
En los próximos días el Consejo General del INE resolverá uno de los asuntos más relevantes de los últimos años: la fórmula de asignación de los diputados de representación proporcional para el periodo 2024-2027, mismo que, con probabilidad, será sometido al juicio de la Sala Superior del TEPJF.
No se trata de un asunto rutinario, ni de aplicar sólo una fórmula matemática. Su resolución tendrá que ver con el peso específico que los diferentes partidos y coaliciones tendrán en la Cámara de Diputados.
En las últimas décadas se ha buscado que entre votos y escaños exista la mayor correspondencia y por ello se han establecido los límites que la Constitución impone a la sobrerrepresentación.
Les llamamos a mantener vivo ese propósito y, por ello, realizar la lectura más abarcante, completa, sistemática y funcional de los preceptos constitucionales para que el órgano parlamentario en el que se refleja la representación nacional sea la casa de la pluralidad política, de acuerdo con los votos que cada una de las fuerzas políticas haya logrado y que permita cristalizar el principio de máxima proporcionalidad posible que subyace a toda representación democrática.
Por eso, desde nuestro punto de vista, es importante que en la decisión que ustedes tomen en los próximos días se atiendan y ponderen los muchos argumentos que en una discusión pública sin precedentes se han expresado en los últimos meses.
Nos preocupa que una lectura letrista y parcial de una fracción del artículo 54 de la Constitución lleve al país a contar con una Cámara de Diputados en la cual la representación de las diversas corrientes esté distorsionada.
De su decisión dependerá la adecuada representación de las distintas fuerzas políticas a partir del respaldo ciudadano que recibieron el 2 de junio pasado, así como refrendar que se cumpla el propósito de los límites máximos a la sobrerrepresentación establecidos en la Constitución en 1996: que toda modificación al texto de nuestra Carta Fundamental requiera de grandes acuerdos políticos, como los que precisa el pacto constitucional mismo, y no dependa de una sola fuerza política.