La causa de que sean tan poquitos los que alcanzan la santidad

¿Por qué siendo tan numerosas las personas que emprenden el camino hacia la santidad, son tan poquitas las que llegan a la perfección?

La causa es muy sencilla: No se negaron a sí mismos.

Es verdad que muchos de ellos se libraron quizás de grandes caídas y de contraer terribles vicios, pero luego en la subida hacia la perfección perdieron el ánimo y se desalentaron porque vieron que ésto de negarse a sí mismos es oficio de todos los días y de todas las horas y no se dedicaron a combatir los residuos de su propia voluntad y de malas inclinaciones, a dominar las pasiones que cada vez iban encendiéndose y renovándose en su corazón, dejaron que todo ésto se apoderara de su espíritu y les impidió el ascenso a la santidad. Les faltó aquella cualidad que Jesús exige cuando dice: "Quien persevera hasta el fin se salvará" (Mt 10, 22). Les faltó perseverar, en luchar por obtener la santidad.

NO BASTA CON NO SER MALOS:

Hay gente que se imagina que va a llegar a la santidad únicamente evitando hacer el mal. Y esto no basta. Así por ejemplo existen personas que se contentan con no robar, pero mientras tanto tienen un gran apego a sus riquezas, no reparten limosnas ni ayudan en la medida en la que Dios quiere que repartan.

Otros aunque no se dedican expresamente a buscar honores y alabanzas, sí sienten gran gozo cuando se les ofrecen, y nunca los rechazan ni hacen nada por evitarlas. Hay fieles que no comen de gula, pero en cambio prefieren siempre en la alimentación lo más sabroso y dejan a un lado cualquier alimento que les parezca menos agradable.

Hay gente buena que no hablan mal de nadie ni dicen mentiras, y en éso son admirables, pero en cambio nunca son capaces de callar las palabras inútiles que les gusta decir. Se contentaron con ser buenos, pero no se esmeraron en llegar a la perfección.

“El Combate Espiritual” –
Padre Lorenzo Scupoli

Por: Redacción2
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