Reforma al Poder Judicial pone en jaque relación entre México y EU

Durante las últimas semanas, las relaciones entre Estados Unidos y México se han visto marcadas por un aumento significativo en las tensiones. Esto debido a la propuesta de reforma judicial presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El conflicto se suscitó a partir de que el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, expresara preocupaciones sobre el impacto de la reforma en la democracia mexicana y en la confianza de los inversores. Las críticas de Salazar llevaron a López Obrador a dar réplica, acusando a Estados Unidos de injerencia en los asuntos internos de México. A su vez, Salazar respondió defendiendo su postura y reiterando su disposición al diálogo, lo que ha añadido una capa adicional de complejidad a las relaciones bilaterales.

La reforma judicial impulsada por López Obrador propone cambiar el proceso de selección de jueces y magistrados en México, introduciendo la elección directa por voto popular. Esta propuesta ha sido objeto de críticas por parte de varios sectores, incluido Estados Unidos, que argumenta que podría comprometer la independencia judicial y miembros de diferentes organizaciones empresariales quienes han expresado su preocupación ante esta reforma. 

Salazar, en una conferencia de prensa del 22 de agosto, advirtió que la elección directa de jueces podría poner en riesgo la democracia mexicana. Según el embajador, esta acción permitiría una mayor politización del Poder Judicial y aumentaría potencialmente la influencia del narcotráfico. Además, señaló su inquietud de que la reforma pudiera desalentar la inversión extranjera y generar incertidumbre en la relación comercial entre Estados Unidos y México.

En respuesta, López Obrador envió una nota diplomática a Estados Unidos el mismo día, donde  calificó al gobierno estadounidense de injerencia y defendió la soberanía mexicana. Durante una conferencia matutina el 23 de agosto, el presidente mexicano tildó las declaraciones de Salazar como una falta de respeto y una manifestación de injerencismo. Agregó también los comentarios estadounidenses reafirman una política histórica de intervención en América Latina. 

Ante esto, Salazar respondió el 24 de agosto, aclarando que sus comentarios se realizaron con un "espíritu de colaboración" y subrayando su deseo de mantener una comunicación abierta y constructiva. El embajador reiteró que Estados Unidos y México tienen una relación sólida basada en la cooperación en áreas clave como la seguridad y el comercio, y expresó su disposición para dialogar sobre la reforma y otros temas de interés mutuo.

Se espera que la controversia en torno a la reforma judicial continúe siendo un tema relevante conforme se acerca el inicio de la nueva legislatura en México, programada para el 1 de septiembre, y la asunción de Claudia Sheinbaum como presidenta el 1 de octubre. Junto con esto, la resistencia interna a la reforma, evidenciada por los paros de jueces y magistrados, añade una capa adicional de complejidad al debate.

Con información de Informador.mx

Por: Redacción2
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