Mohammad Pahleví, rey de Irán, y su exilio en México

A ti ciudadano:

En enero de 1979 la Revolución Islámica encabezada por el Ayatollah Jomeini logró su triunfo en Irán. Como resultado, el shah o rey de Irán, Mohammad Pahleví Reza fue exiliado de su país natal. A la par, en México la ciudad de Cuernavaca era considerada un espacio de esparcimiento para élites económicas.

El derrocado shah de Irán llegó a este destino turístico mexicano en el mes de junio, enfermo y debilitado. La llegada de Pahleví a México se logró gracias a la mediación del gobierno y empresarios estadounidenses. Según el diario Washington Post, Henry Kissinger presionó al gobierno de José López Portillo para dar asilo político al shah y a su familia.

En ese entonces el régimen encabezado por Jomeini había advertido que percibiría como un acto de hostilidad contra Irán la acogida del Pahleví. Por ello, incluso el presidente del Chase Manhattan Bank también intercedió para que México oficializara la acogida. Según una leyenda urbana, en una ocasión se disparó contra la casa de rey persa en Cuernavaca desde un helicóptero.

México no era desconocido para el monarca persa. En 1975 había hecho una gira por las zonas arqueológicas del sureste y había visitado Acapulco. Durante el exilio, llegó a México acompañado de su esposa Farah Diba y su hijo Reza Ciro Pahleví. La llegada fue de bajo perfil, por lo que el mandatario se mantuvo en la ciudad de Cuernavaca para evitar el acoso de la prensa. Asimismo, contó con un equipo de protección de 70 personas.

Su residencia estaba ubicada en una lujosa casa de la avenida Palmira. La mansión contaba con salón de fiestas y alberca. Ahí, el shah derrocado por la insurrección popular de su país, recibía algunas personalidades políticas de todas partes del mundo.

Otra de las leyendas que trascendieron fue su recepción en Casa Morelos, donde el menú incluyó vinos y alimentos importados de la más alta calidad. Dicha fiesta fue un eco de la celebración de los 2,500 años del imperio persa en Irán, la cual costó US$300 millones y la furia de la población. Los dos lugares públicos más frecuentados por el monarca fueron el

Racket Club, donde jugaba tenis, y el Hotel Las Mañanitas, donde acudía a comer.

Mohammad Reza falleció un año después en Egipto. De acuerdo con testigos oculares, la opulencia de la que se le acusó en Irán fue importada a todos los lugares de su exilio.

Y así fue como tras su derrocamiento en 1979, Mohammad Pahleví, último rey de Irán, se dirigió a México.

Por Víctor Hugo Estala Banda

Por: Redacción2
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