Cinco empresas de Grupo Salinas que encabeza Ricardo Salinas Pliego dejaron de pagar 76.3 millones de pesos al fisco para supuestamente construir un Centro de Alto Rendimiento en Mazatlán que beneficiaría a 500 atletas locales, pero en lugar de eso, en un terreno que es propiedad del gobierno de Sinaloa se construyeron tres canchas para que entrene el Mazatlán FC, equipo de la Liga MX, propiedad del empresario.
Se trata de una nueva estafa al Servicio de Administración Tributaria (SAT), mediante el programa de estímulos fiscales del gobierno federal conocido como Efideporte, con el cual en lugar de pagar impuestos las empresas utilizan ese dinero para la construcción o remodelación de instalaciones deportivas o para ayudar al desarrollo de los deportistas de alto rendimiento.
En este caso, las empresas Afore Azteca, Arrendadora Internacional Azteca, Seguros Azteca Daños, Seguros Azteca y la petrolera Typhoon Offshore, todas de Grupo Salinas, aportaron distintos montos y simularon la construcción del citado Centro de Alto Rendimiento, es decir: con el dinero que Salinas Pliego se ahorró por no pagarle al SAT se autoconstruyó las tres canchas de futbol para beneficiar a su propio equipo y no al deporte nacional ni a los atletas mexicanos.
Este hecho viola la normatividad del Estímulo Fiscal al Deporte de Alto Rendimiento (Efideporte) que señala que el dinero destinado para los proyectos autorizados “no deberá ser desviado de su objetivo” y que los contribuyentes aportantes (en este caso las cinco empresas de Grupo Salinas) tienen la obligación de vigilar que el dinero se aplique correctamente.
Como no ocurrió así, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) debe revocar de manera inmediata el estímulo fiscal y las cinco empresas de Salinas Pliego deberán pagar los montos correspondientes al SAT, toda vez que los recursos económicos fueron destinados “a fines distintos al proyecto o programa”, contrario a lo indicado en el inciso E del artículo 37 de las Reglas Generales del Efideporte.
El Efideporte es un proyecto que comenzó a operar desde 2017 con la finalidad de que las personas físicas o morales (empresas) puedan aportar hasta 10% del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que les corresponde pagar cada año a programas dirigidos al deporte de alto rendimiento (PAA) o a proyectos de infraestructura e instalaciones deportivas (PII), cuyo costo no supere los 20 millones de pesos.
De esa manera, los contribuyentes podrán acreditar en su declaración anual el monto de su aportación contra el pago del ISR que les corresponde en beneficio del deporte y los atletas.
No obstante, Salinas Pliego se benefició a sí mismo en este caso, con la ayuda de Construcción y Arrendamiento de Maquinaria, SA de CV, (Camsi) que fungió como la empresa ejecutora responsable de presentar el proyecto del supuesto Centro de Alto Rendimiento para obtener la autorización del Comité Interinstitucional para la Aplicación del Efideporte. Este órgano está conformado por un representante de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), uno del SAT, uno de la SHCP y uno del Comité Olímpico México (COM). Son ellos quienes votan para decidir qué proyectos son aprobados o bien, desechados.
La información disponible en el portal del Efideporte indica que el 16 de octubre de 2023 el Comité Interinstitucional para la Aplicación del Efideporte autorizó que se realizara el PII denominado “Centro de Alto Rendimiento Mazatlán”, con 48.9 millones de pesos que las empresas mencionadas aportarían con los siguientes montos: Afore Azteca, 6.5 millones de pesos; Arrendadora Internacional Azteca, 4.3 millones; Seguros Azteca Daños, 8.5 millones; Seguros Azteca, 12 millones, y Typhoon Offshore, 17.3 millones.
Cabe destacar que inicialmente se solicitó la autorización de un monto de 76.3 millones de pesos, pero el Comité Interinstitucional no aprobó el estímulo fiscal a Banco Azteca SA Institución de Banca Múltiple, otra empresa del Grupo Salinas, que pretendía aprovechar el estímulo fiscal para obtener un beneficio por 20 millones de pesos.
Los deportistas, el pretexto
De acuerdo con los documentos que posee Proceso, el acuerdo fue ejecutar la obra entre el 14 de julio de 2023 y el 16 de marzo de 2024, es decir, que supuestamente comenzó primero la obra y después fue autorizada. Además, las transferencias bancarias que hicieron las empresas de Grupo Salinas a la cuenta –curiosamente en Banco Azteca– de la empresa Camsi se hicieron entre el 24 de noviembre y el 27 de diciembre de 2023, lo cual resulta absurdo, pues una obra tan grande no podría terminarse en tan poco tiempo.
La información que recibieron los integrantes del Comité Interinstitucional para la Aplicación del Efideporte lucía muy atractiva para Mazatlán y el estado de Sinaloa que no ha destacado como potencia en los Juegos Nacionales de la Conade, antes Olimpiada Nacional.
El proyecto que presentaron el representante legal de Banco Azteca, Jesús Morales Aguilar, y el de la constructora Camsi, Carlos Adolfo Ramos Valdés, es una obra que incluye cancha de usos múltiples, de basquetbol, de voleibol de sala, instalaciones para taekwondo, judo, voleibol de playa, hockey sobre pasto, tiro con arco, baños con regaderas y vestidores y también bodega para guardar los materiales deportivos.
En la justificación argumentaron que ese dinero de los impuestos que no recaudaría el SAT se usaría para...
Fragmento del reportaje publicado en la edición 0015 de la revista Proceso, correspondiente a septiembre de 2024, cuyo ejemplar digital puede adquirirse en este enlace.
Con información de proceso.com.mx