PARÍS (AP).- Miles de manifestantes tomaron las calles en toda Francia este día tras el llamado del líder de un partido de extrema izquierda que criticó el nombramiento del nuevo primer ministro conservador, Michel Barnier, por parte del presidente, calificándolo como apropiación de poder.
Las protestas son un desafío directo a la decisión del presidente Emmanuel Macron de no elegir a un primer ministro del bloque de extrema izquierda tras la muy dividida elección de julio. La izquierda, particularmente el partido Francia Insumisa, considera los antecedentes conservadores de Barnier como un rechazo a la voluntad del electorado, haciendo aún más densa la ya de por sí cargada atmósfera política de la segunda economía de la Unión Europea.
Las autoridades esperaban decenas de miles de manifestantes. En París, los manifestantes se congregaron en la Plaza de la Bastilla, y las tensiones crecían al tiempo que la policía se preparaba para posibles enfrentamientos. Se realizaron marchas en 150 puntos de toda la nación, entre ellos las ciudades de Montauban y Auch, en el suroeste del país.
En Montauban, los manifestantes criticaron el nombramiento de Barnier como una negación de la democracia, haciendo eco de la dura retórica expresada en los últimos días por Jean-Luc Melenchon, líder de Francia Insumisa.
“El pueblo ha sido ignorado”, dijo a la multitud uno de los oradores del mitin.
Mientras Barnier se reunía con trabajadores sanitarios en el hospital Necker de París, en su primera visita oficial como primer ministro, sus opositores señalaban que la agitación en las calles está dando forma al futuro de su gobierno.
Barnier, que trabaja para conformar su Gabinete, expresó su compromiso de escuchar las preocupaciones del público, particularmente sobre los servicios públicos de Francia.
Jordan Bardella, líder del partido de extrema izquierda Agrupación Nacional, advirtió que Barnier también estaba “bajo vigilancia” de su partido. En un discurso pronunciado en la feria Chalons-en-Champagne, Bardella instó al primer ministro a incluir las prioridades de su partido en su programa de gobierno, particularmente respecto a la seguridad nacional y la inmigración.
Barnier, de 73 años, es el mayor de los 26 primeros ministros que han servido a la Quinta República en la Francia moderna. Reemplaza al más joven, Gabriel Attal, que tenía 34 años cuando fue nombrado hace apenas ocho meses.
Con información de proceso.com.mx