CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los legisladores aprobaron en lo general y lo particular la reforma en Materia de Salarios del artículo 123, que modifica la fijación anual de los salarios mínimos generales o profesionales, para que no se ubique debajo de la inflación observada durante el periodo de su vigencia.
Con el inicio de la política de recuperación salarial, de 2018 a 2024, el salario mínimo en México tuvo un incremento del 110%, según cifras oficiales. Del año pasado a este se aprobó un aumento del 20%, lo que dejó a los trabajadores con una ganancia de al menos 248.93 pesos diarios.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación general anual se ubicó en 4.66% en la primera quincena de septiembre de 2024, por lo que el salario mínimo tendría que tener un aumento superior al de la inflación.
Según la presidenta electa entrante, Claudia Sheinbaum, durante su sexenio se buscarán ajustes anuales de alrededor del 11% durante el sexenio; que para 2026 se alcance un monto equivalente a por lo menos dos veces la Línea de Pobreza por Ingresos Urbanos (LIPIU), alrededor de 9 mil al mes, y que para 2030 el salario mínimo equivalga a 2.5 veces la LIPIU.
El próximo noviembre representantes patronales y sindicales deberán presentar, ante la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), informes y estudios que ayuden a determinar el monto, por lo que algunas firmas de consultoría y expertos en la materia ya comenzaron a proyectar los porcentajes del aumento para el año entrante.
Por ejemplo, la firma Adecco –dedicada al Capital Humano– proyecta que, para finales del sexenio de Claudia Sheinbaum, el salario tenga un incremento nominal del 11% anual, como lo propuso la misma morenista. De acuerdo con la empresa, el objetivo es que las empresas no sufran un gran impacto y se recupere gradualmente el poder adquisitivo de los trabajadores.
Con información de proceso.com.mx