Intensifica EU el operativo de rescate, tras el paso de Helene

Perros entrenados en la detección de cadáveres y cuadrillas de búsqueda se adentraron ayer en el fango en las montañas del Oeste de Carolina del Norte en busca de víctimas del huracán Helene, días después de que la tormenta dejó una estela de destrucción por el Sureste de Estados Unidos.

Mientras el número de muertos se aproxima a los 160, los equipos de rescate se desplegaron, utilizaron helicópteros para cruzar puentes destruidos y caminaron por áreas silvestres para llegar a hogares en las zonas más remotas.

La tormenta, una de las más letales en la historia de Estados Unidos, dejó sin suministro eléctrico y de telefonía celular a algunas localidades, por lo que mucha gente quedó frustrada, acalorada y cada vez más preocupada luego de varios días de penurias.

Algunos cocinaron sus alimentos en parrillas de carbón o caminaron hasta terrenos elevados con la esperanza de encontrar señal para llamar a sus seres queridos. “Hubo comunidades que fueron borradas del mapa”, dijo el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, en una conferencia de prensa ayer.

La devastación fue particularmente grave en las montañas Blue Ridge, donde al menos 57 personas murieron dentro y en las inmediaciones de Asheville, un paraíso turístico conocido por sus galerías de arte, cervecerías y actividades al aire libre.

En Swannanoa, una pequeña comunidad a las afueras de Asheville, la disminución en los niveles del agua dejó al descubierto vehículos apilados sobre otros y casas rodantes que se vieron arrastradas durante la tormenta. Las carreteras estaban llenas de lodo y escombros y salpicadas de socavones. Cliff Stewart sobrevivió al medio metro de agua que entró en su casa, subiendo por encima de las ruedas de su silla de ruedas y dejando que sus frascos de medicinas floten de una habitación a otra. Sin electricidad y dependiendo de la comida que le traen sus amigos, ha rechazado ofrecimientos de ayuda para dejar su casa. “¿A dónde voy a ir?” dijo el veterano del Cuerpo de Infantería de Marina. “Esto es todo lo que tengo. No quiero abandonarlo, porque ¿qué voy a hacer? ¿Quedarme sin casa? Prefiero morir aquí mismo que quedarme sin hogar”.

Los extenuados equipos de rescate trabajaron sin tregua para despejar caminos, restablecer el suministro eléctrico y telefónico y atender a quienes seguían varados por la tormenta, la cual causó la muerte de al menos 159 personas en seis Estados, entre ellas muchas que fueron golpeadas por la caída de árboles o quedaron atrapadas en vehículos y casas inundadas.

Tomado de Informador.mx

Con información de Agencias

 

Por: Redacción2
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