GINEBRA (apro).- Más de 900 refugios situados en Líbano están al tope de su capacidad y cada vez es mayor el número de civiles que tienen que dormir a la intemperie poniendo sus vidas en peligro por la escalada de violencia con la incursión de Israel, alertaron funcionarios de la ONU.
La mayoría de los casi 900 refugios colectivos establecidos por el gobierno en Líbano ya no tienen capacidad", dijo en rueda de prensa en Ginebra Rula Amin, del ACNUR la agencia de refugiados de la ONU.
Según ACNUR estaban trabajando con las autoridades locales para encontrar más lugares y que, mientras tanto, algunos hoteles e incluso clubes nocturnos de Beirut estaban abriendo sus puertas a familias que huyen desesperadas.
Amin detalló que las autoridades libanesas afirman que más de 1.2 millones de libaneses han sido desplazados y cerca de 2 mil personas han muerto desde que se reavivó el conflicto de Israel con el grupo Hezbolá, respaldado por Irán en Líbano, en el último año en las últimas dos semanas que escaló el conflicto.
"Las carreteras están llenas de tráfico, la gente duerme en parques públicos, en las calles, en la playa", dijo por su parte Mathieu Luciano, jefe de la oficina de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) desde Líbano.
Confirmó que la mayoría de los refugios estaban llenos, incluidos los de Beirut y el Monte Líbano, pero dijo que algunos otros aún tenían espacio. Muchos de los refugios actuales son escuelas, lo que está causando interrupciones en la educación de los niños y jóvenes, subrayó.
Luciano expresó su preocupación por decenas de miles de trabajadoras domésticas internas, en su mayoría mujeres, en Líbano, a quienes, dijo, estaban "abandonando" sus empleadores.
"No tienen documentos (…) y como resultado, son reacias a buscar asistencia humanitaria porque temen ser arrestadas y deportadas", agregó. Muchas de ellas provenían de Egipto, Sudán y Sri Lanka, y muchas de ellas ni siquiera podían hablar los idiomas locales.
Este viernes, los ataques israelíes bloquearon el principal cruce fronterizo de Líbano con Siria, impidiendo el paso de vehículos, aunque Amin, de la ACNUR, dijo que algunas personas cruzaban a pie.
"Vimos que algunas personas caminaban, desesperadas por huir de Líbano, y caminaron por esa carretera destruida", describió. Alrededor del 60% de los más de 185,000 habían llegado hasta ahora a Siria eran niños y adolescentes, a veces sin sus padres, subrayó.
"Al huir de los bombardeos, las familias llegan con un profundo cansancio físico y emocional y enormes necesidades de apoyo”, remató el funcionario del ACNUR.
Con información de proceso.com.mx