Dedicado al amor de mi vida, Capitán Andrade
“Conocer a otros es inteligencia; conocerte a ti mismo es sabiduría verdadera. Tener maestría sobre otros te da fuerza; tener maestría sobre ti mismo te da el poder verdadero.”
Estas palabras, llenas de profundidad, nos invitan a un viaje hacia adentro, hacia el autoconocimiento. Dentro del Tao, saber quién eres realmente es vivir en la luz; conquistar lo que eres es despertar. Cuando uno tiene la capacidad de ver su grandeza y sentarse en su poder, deja de preocuparse por la opinión de los demás, reconociendo que el verdadero poder reside en la satisfacción interior.
Cuando te conoces, te reconoces en todo. El mundo que observas, las personas que juzgas, todo lo que te rodea, vive en ti. Nuestra percepción del mundo exterior está profundamente ligada a nuestro mundo interior. En ese espacio habitan nuestras limitaciones, nuestras inseguridades, pero también nuestro potencial ilimitado.
Cuando estamos infelices y desconectados, muchas veces es porque nos aferramos a metas y objetivos que alimentan nuestro ego, esa versión de nosotros mismos que hemos construido a lo largo de los años. En el afán de controlarnos a nosotros y a los demás, invitamos al estrés, la enfermedad y la preocupación.
Pero ¿qué pasa si simplemente dejamos de hacer, si soltamos? Encontraremos que la paz que tanto buscamos ya estaba en nuestro interior. Al dejar ir, nuestro "hacer" se alinea con nuestras pasiones y se armoniza con el entorno, conectándonos con el Tao, esa fuerza que fluye naturalmente en la vida.
Cuando resistimos al cambio, nos aferramos a lo conocido y nos llenamos de tensión. Pero el cambio es inevitable. Ser valiente significa soltarse, abandonar el miedo al no saber, y aprender a adaptarse. Solo cuando abrazamos lo desconocido, encontramos la verdadera facilidad para transformar nuestras vidas.
La clave para esta transformación comienza con algo simple: la curación física, mental y espiritual. Respira. Come saludablemente. Disfruta de la buena comida, saborea cada bocado. Descansa lo suficiente, y no te sientas culpable por tomar tiempo para ti mismo. Haz ejercicio, mantente en movimiento y aprende a manejar el estrés.
La alegría también es parte esencial de este proceso. Pregúntate: ¿Qué alegrías me he negado? La respuesta a esta pregunta es tu mapa hacia la transformación. El Tao desea que te sientas bien y seas efectivo, y cuando actúas desde esa intención, es exactamente lo que sucederá.
Finalmente, no dejes que tu mente te dicte a dónde ir. Escucha tu ser interior. Cuando la vida te invite a bailar, no dudes: baila con todo tu ser. Permítete fluir con la vida, y encontrarás la paz y la plenitud que tanto buscas.
Todo mi amor,
Erika Rosas