Iglesia se une para condenar el asesinato del padre Marcelo Pérez; CEM busca reunión con Sheinbaum

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Autoridades eclesiásticas en México y el extranjero condenaron el asesinato del padre Marcelo Pérez, defensor de derechos humanos, ocurrido esta mañana en San Cristóbal de las Casas.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señaló que el homicidio de Pérez Pérez silenció una “voz profética que incansablemente luchó por la paz con verdad y justicia en la región de Chiapas” y urgió a las autoridades de todos los niveles de gobierno a investigar y esclarecer el crimen.

“Se implementen medidas efectivas para garantizar la seguridad de los sacerdotes y agentes pastorales que, como el padre Marcelo, dedican su vida al servicio de los más necesitados, especialmente en zonas de alto riesgo.

“Se redoblen los esfuerzos para combatir la violencia y la impunidad que afligen a la región de Chiapas y a nuestro país en general”, demandó.

Indicó que el homicidio del sacerdote hiere a toda la sociedad en su conjunto, especialmente en una región como Chiapas, que vive situaciones delicadas de violencia y pugna entre grupos del crimen organizado.

El arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, adelantó que la CEM buscará una reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum para abordar el tema, de acuerdo con una nota de El Universal San Luis Potosí.

El Consejo Episcopal Latinoamericano también lamentó el crimen contra el padre Marcelo.

“Desde el Consejo Episcopal Latinoamericano queremos manifestarle nuestra consternación y dolor por el asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez ocurrido en la mañana de este domingo”, manifestó a través de una carta enviada a Monseñor Rodrigo Aguilar, arzobispo de San Cristóbal de las Casas.

“Descomposición social”, señala el cardenal Arizmendi

El cardenal Felipe Arizmendi Esquivel recordó que el sacerdote nunca participó de pugnas partidistas y anunció que acudirá a su sepelio este lunes.

“Su asesinato nos demuestra, una vez más, el clima de violencia que se ha desatado en Chiapas y en casi todo el país. Hay una descomposición social, que empieza por la destrucción de la familia y se consolida por la impunidad en que actúan grupos armados. “No todo es culpa del gobierno, pero es indicativo de que el gobierno y todos nosotros, incluso las iglesias, estamos rebasados”, señaló a través de un comunicado.

Por ello, consideró que el gobierno debe reflexionar sobre cómo desmantelar a los grupos armados en el país.

Jesuitas rechazan que se minimice el hecho

Las Universidades Jesuitas de México también se unieron a la condena del homicidio del sacerdote y exigieron a las autoridades de los tres órdenes de gobierno que esclarezcan el crimen y brinden justicia.

“Es urgente que se implementen acciones que protejan a las personas en regiones que, como Chiapas, sufren la presencia del crimen organizado. No podemos permitir que actos como éste queden impunes, ni que la violencia continúe afectando a las comunidades”, indicaron.

En tanto, la Compañía de Jesús en México rechazó cualquier intento de minimizar el hecho como si hubiera sido un caso aislado.

“El crimen organizado ha sembrado miedo y dolor en diversas regiones del país, y Chiapas no es la excepción. La violencia en esta región refleja un problema estructural que demanda una respuesta integral y urgente del Estado”, enfatizó.

Con información de proceso.com.mx

Por: Redacción2
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