Tras poco más de cinco años en prisión, Joaquín "El Chapo" Guzmán sufre un deterioro en su salud derivado de las condiciones del encierro. La estancia en el reclusorio de máxima seguridad ADX Florence, en Colorado, Estados Unidos, cuenta con características extremas que familiares del detenido consideran "inhumanas".
El confinamiento extremo del régimen Special Administrative Measures (SAMs) obliga a Guzmán a tener muy pocas visitas. Incluso, el prisionero no tiene contacto con ningún otro recluso, lo que ha provocado un deterioro en su salud mental.
Familiares de Guzmán contaron a Illicit Investigations, portal especializado en temas criminales, que "El Chapo" sufre de hipertensión y ansiedad por las condiciones del encierro que, organizaciones como Amnistía internacional, consideran "inhumanas". Además, adelantaron que el prisionero toma regularmente lisinopril, un fármaco utilizado en pacientes con hipertensión e insuficiencia cardiaca. Sin embargo, señalaron que el padecimiento más complicado son los ataques de ansiedad que sufre Guzmán.
Además, confirmaron que Joaquín Guzmán ya está enterado de la detención de Ismael "El Mayo" Zambada y de las negociaciones que sostienen sus hijos Joaquín y Ovidio. Incluso, el prisionero anhela un nuevo juicio y tener la oportunidad de volver a ver a sus hijos.
Joaquín "El Chapo" Guzmán está solicitando un nuevo juicio basándose en dos argumentos. En el primero de ellos explica que su extradición a los Estados Unidos fue ilegal ya que nunca hubo una renuncia a la regla de especialidad, firmada por un juez magistrado. Por otro lado, Guzmán señala que los abogados que le defendieron en el anterior juez fueron ineficaces al no interrogar a los testigos de manera adecuada y luchar por excluir ciertas pruebas del juicio.
Explicando estos motivos, Joaquín "El Chapo" Guzmán ha mandado una carta de apelación destinada al Juez Brian Cogan.
Con información de Informador.mx