CHILPANCINGO, Gro. (apro).– A un mes de asumir el cargo, los presidentes municipales de Cuajinicuilapa y de San Nicolás, en la Costa Chica de Guerrero, huyeron de sus municipios tras recibir amenazas, confirmó el dirigente estatal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Alejandro Carabias Icaza.
El alcalde de Cuajinicuilapa, Hedilberto Salinas Mariche, y la alcaldesa de San Nicolás, Tarsila Molina Guzmán, fueron postulados por el PVEM en la pasada elección del 2 de junio.
Este miércoles trascendió que el primer edil, Hedilberto Salinas, y la síndica de Cuajinicuilapa, Esthepani Oliva Zárate, solicitaron licencia indefinida al cargo al Congreso de Guerrero, pero no mencionaron los motivos de la petición.
El dirigente de ese partido y diputado local, Alejandro Carabias, confirmó que las primeras autoridades municipales sí presentaron la solicitud de licencia, aunque dijo que no ha visto el documento ni la Mesa Directiva del Legislativo lo ha comunicado.
“Lo que sí sé es que (los alcaldes Hedilberto Salinas y Tarsila Molina) ya no están en sus municipios.”
Reveló que los presidentes municipales han recibido amenazas de manera pública y privada.
Y aunque las autoridades solicitaron medidas de seguridad al gobierno del estado, no las recibieron, dijo.
El 20 de octubre, Carabias Icaza había alertado en una entrevista que la situación era muy difícil para gobernar en esos dos municipios de la Costa Chica.
Ese día reveló que no tenía comunicación con el tesorero municipal del Ayuntamiento de Cuajinicuilapa, Roberto Avelino, y que tenía conocimiento que ya había salido del municipio.
El domingo 13 de octubre hombres armados incendiaron la casa y un vehículo del funcionario municipal. Tras este hecho el tesorero salió de Cuajinicuilapa.
El viernes 18 de octubre corrió la versión de que el alcalde de Cuajinicuilapa había fallecido tras un atentado. La Secretaría de Seguridad Pública estatal desmintió la versión de su muerte, aunque trascendió que el edil sí sufrió un atentado, pero que su escolta repelió la agresión.
Los gobiernos de los municipios de la Costa Chica han sido controlados en las últimas décadas por grupos y familias de caciques.
En ambos municipios se han registrado en los últimos meses homicidios con extrema violencia y han aparecido mantas con acusaciones y amenazas entre grupos criminales.
La violencia ha provocado zozobra en ambas poblaciones que antes conformaban un solo municipio y la suspensión de clases que el gobierno estatal se ha rehusado a reconocer.
Durante el gobierno de Evelyn Salgado han sido asesinados los alcaldes Conrado Mendoza Almeda, de San Miguel Totolapan, y su padre Juan Mendoza, expresidente municipal, así como el capitán de la Marina, Salvador Villalva Flores, quien resultó electo como presidente de Copala.
Además, Acacio Flores Guerrero, de Malinaltepec y Alejandro Arcos Catalán, de Chilpancingo.
Con información de Proceso.