Rusia apunta a quienes buscan un estilo de vida sin hijos

Los legisladores rusos votaron el martes a favor de prohibir la promoción de estilos de vida sin hijos, en una medida que forma parte de un esfuerzo más amplio del Kremlin por invertir el descenso de la natalidad y promover el país como bastión de los valores tradicionales que lucha contra un Occidente en decadencia.

La Duma Estatal, o cámara baja del Parlamento, aprobó por unanimidad un proyecto de ley que prohibiría cualquier forma de “propaganda” que promueva el “rechazo a tener hijos”. Eso incluiría el material en internet, en los medios de comunicación, en las películas y en la publicidad que presente como atractivos los estilos de vida sin hijos.

Los infractores estarían sujetos a multas de hasta unos 4000 dólares para las personas físicas y 50.000 dólares para las entidades jurídicas.

El proyecto de ley ha sido ampliamente respaldado por el Kremlin y se espera que reciba la aprobación del Consejo de la Federación, la cámara alta del Parlamento, y luego sea promulgado por el presidente Vladimir Putin.

En septiembre, al hablar de la legislación propuesta, Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, calificó la demografía como “uno de los principales retos” para Rusia.

“Hay que hacer todo lo necesario para aumentar la natalidad”, dijo Peskov. “Y todo lo que obstaculice eso debe desaparecer de nuestras vidas”.

Por otra parte, los legisladores rusos también aprobaron el martes un proyecto de ley que prohibiría la adopción de niños rusos por ciudadanos de países donde la transición de género es legal.

Las autoridades rusas cada vez relacionan más las cuestiones demográficas con su conflicto ideológico con Occidente. Han presentado a Rusia como un baluarte de los valores cristianos tradicionales que se opone a los Estados occidentales inmorales.

Al hablar de los proyectos de ley el martes, Viacheslav Volodin, jefe de la Duma, dijo que “la política de Occidente hacia los niños ha sido ruinosa”.

“Debemos hacer todo lo posible para que las nuevas generaciones de nuestros ciudadanos crezcan orientadas hacia los valores familiares tradicionales”, escribió Volodin en la aplicación de mensajería Telegram.

En los últimos años, Rusia ha sufrido un continuo declive demográfico, ya que una generación mucho más reducida de mujeres —nacidas en medio del caos y la pobreza que acompañaron la caída de la Unión Soviética— ha entrado en edad fértil. Sin contar Crimea, que se anexionó hace una década, la población de Rusia es de unos 145 millones de habitantes, algo menor que en 1991, cuando se desintegró la URSS.

El número de defunciones supera al de nacimientos en Rusia desde 2016. Sin embargo, Rusia pudo mantener estable su población total gracias a los emigrantes, la mayoría de ellos procedentes de países de Asia Central, que llegaban a Rusia para trabajar. Pero esas cifras se han ido reduciendo debido al endurecimiento de las actitudes hacia los trabajadores migrantes en la sociedad rusa, y a la disminución de los salarios en términos de dólares, en comparación con otros destinos para los trabajadores migrantes.

El declive se ha visto agravado por la pandemia de covid y la guerra de Ucrania, en la que Rusia ha perdido hasta 150.000 soldados hasta la fecha, según estimaciones de gobiernos occidentales e investigadores rusos.

La situación en Rusia también refleja las tendencias demográficas más generales en Europa y fuera de ella. Por ejemplo, las tasas rusas de fertilidad por mujer han sido superiores a las de muchos países desarrollados, como Alemania, Italia, España, Canadá, Japón y Corea del Sur.

Alexey Raksha, demógrafo independiente, calcula que la población total de Rusia se reducirá en 500.000 personas este año. También es probable que Rusia experimente un descenso de la esperanza media de vida, según Raksha.

Pero Raksha dijo que la prohibición de promover estilos de vida sin hijos no tendrá ningún efecto en la natalidad rusa.

“Se trata de un asunto político que tiene muy poco que ver con la demografía”, dijo Raksha en septiembre, cuando se presentó el proyecto de ley.

En 2022, solo el 2,4 por ciento de las mujeres y el 3,5 por ciento de los hombres rusos dijeron que no querían tener hijos, según una encuesta realizada por el servicio estatal ruso de estadística.

Según Ilya Grashchenkov, analista de la política rusa afincado en Moscú, al prohibir los estilos de vida sin hijos las autoridades rusas quieren “demostrar su comprensión de los valores tradicionales”.

“Como es imposible describirlos de forma exhaustiva”, dijo, “lo hacen contrastándolos con los occidentales”.

Con información de The New York Times. 

Por: Edición 10
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