Descubren el fósil de un ave que ayudaría a comprender la evolución del cerebro aviar

Un grupo de científicos ha identificado un fósil de ave de la Era Mesozoica muy bien conservado, del tamaño aproximado de un estornino (20 centímetros de largo), que vivió hace 80 millones de años en lo que hoy es Brasil, un hallazgo que permite entender mejor la evolución del cráneo y el cerebro de estos animales.

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature, el cráneo completo se ha conservado casi intacto, una rareza para cualquier ave fósil, pero sobre todo para una tan antigua. Esto lo convierte en uno de los hallazgos más significativos de su clase.

La extraordinaria conservación tridimensional del cráneo permitió a los investigadores, dirigidos por la Universidad de Cambridge en Reino Unido y el Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles en Estados Unidos, reconstruir digitalmente el cerebro del ave, a la que han bautizado como Navaornis hestiae.

Navaornis vivió hace unos 80 millones de años en lo que hoy es Brasil, antes de la extinción masiva que acabó con todos los dinosaurios no avianos. Los investigadores afirman que su descubrimiento podría ser una especie de “piedra rosetta” para determinar los orígenes evolutivos del cerebro aviar moderno.

El fósil llena un vacío de 70 millones de años en la comprensión de cómo evolucionó el cerebro de las aves: entre el Archaeopteryx, de 150 millones de años, y las aves actuales. Entre las similitudes con las aves modernas se encuentran la falta de dientes, los ojos grandes y un cráneo alto y globular.

La investigación sugiere que Navaornis tenía capacidades cognitivas más avanzadas que los Archaeopteryx, pero la mayoría de las áreas del cerebro, como el cerebelo, estaban menos desarrolladas, lo que apunta a que aún no había desarrollado los complejos mecanismos de control del vuelo de las aves modernas.

Aunque a primera vista el cráneo de Navaornis se parece al de una pequeña paloma, una inspección más detallada reveló que era un miembro de un grupo de aves primitivas denominadas enantiornitas o “aves opuestas”.

Los “pájaros opuestos” divergieron de las aves modernas hace más de 130 millones de años, pero tenían plumas complejas y probablemente eran voladores competentes como las aves modernas. Las capacidades cognitivas pueden haber dado a Navaornis una ventaja a la hora de encontrar comida o refugio.

Con información de Informador.mx

Por: Edición 10
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