El presidente de EE.UU., Donald Trump, estaría "enojado" con su equipo porque la cantidad de personas deportadas en las primeras semanas de su mandato no son suficientes, según un informe de NBC News que cita a tres fuentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y de la Casa Blanca familiarizadas con la cuestión.
De acuerdo con las personas consultadas, los agentes del ICE están cada vez bajo mayor presión para aumentar el número de arrestos y expulsiones de inmigrantes indocumentados ante el enfado del líder republicano. Esta molestia fue transmitida al 'zar del a frontera', Tom Homan, encargado de las deportaciones masivas, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, el subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, y al director interino de ICE, Caleb Vitello. "[A Trump] lo está volviendo loco que no deporten a más gente", afirmó una de las fuentes.
Frustración ante un objetivo difícil de cumplir
Vitello pidió en enero a los agentes que se esforzaran por cumplir con una cuota diaria de entre 1.200 y 1.400 arrestos. Lejos de cumplir ese objetivo, el número más alto en una sola jornada desde que Trump volvió a la Oficina Oval fue de 1.100 y desde entonces no ha hecho más que disminuir. A modo de ejemplo, el fin de semana pasado solo hubo alrededor de 300 detenciones, detalla un funcionario anónimo. Asimismo, cabe recordar que cada captura no necesariamente equivale a una deportación inmediata.
Para cumplir la promesa del día de la toma de posesión de Trump de realizar "millones y millones" de deportaciones, su equipo tendría que expulsar a más de 2.700 personas al día para llegar a un millón en un año, observa el medio.
Tal situación se reflejó en el estado de ánimo del 'zar de la frontera'. Según una fuente, Homan está molesto y ha "hecho saber su descontento" por el bajo número de deportaciones y arrestos. Otra persona consultada afirmó que el funcionario mantiene una conferencia telefónica diaria con agentes de ICE en la que suele expresar su frustración con las cifras.
Tras su vuelta a la Casa Blanca, Trump ha firmado una serie de órdenes ejecutivas destinadas a cerrar la inmigración en la frontera sur y deportar a millones de personas que cruzaron ilegalmente a Estados Unidos. Numerosos vuelos ya están transportando a extranjeros de vuelta a sus países de origen, en medio de acusaciones de malos tratos a los funcionarios de migración.
Trump ha recurrido cada vez más a los militares para ayudar a llevar adelante su agenda de inmigración. El mes pasado, desplegó 1.500 efectivos en servicio a la frontera.
Con información de actualidad.rt.com