La Organización Internacional para las Migraciones de la ONU (OIM) expresó este lunes su alarma por el reciente hallazgo de fosas comunes en el desierto libio, posiblemente de personas que intentaban emigrar hacia el Mediterráneo, y pidió a los países en ese recorrido más colaboración para crear rutas seguras.
"Urgimos a los gobiernos a fortalecer la cooperación regional para salvaguardar y proteger a los migrantes, sin importar su estatus, y en todas las etapas de sus travesías", indicó la organización en un comunicado.
La semana pasada 19 cadáveres fueron descubiertos en Jakharrah, 400 kilómetros al sur de Bengasi, y otros 30 en una fosa común en el desierto de Kufra, en el sureste del país, donde se teme que podría haber decenas más de cadáveres.
Los hallazgos formaron parte de redadas de la policía contra la inmigración irregular, en la que otros cientos de migrantes fueron rescatados de redes de traficantes.
"Demasiados migrantes en estas rutas sufren grave explotación, violencia y abusos", destacó la jefa de la misión de OIM en Libia, Nicoletta Giordano.
Según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), Libia acoge cerca de 720 mil migrantes provenientes de 44 países, la mayoría del continente africano y gran parte desde Sudan que escapan del conflicto armado a través de Kufra, zona fronteriza entre los dos países.
Según el Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la OIM, desde 2014 más de 6 mil 600 migrantes han muerto o desaparecido al intentar cruzar el desierto del Sáhara, 474 de ellos el pasado año, la cifra más alta en lo que va de década.
Con información de Latinus.