Hace 112 años, en la región centro-sur de Chihuahua, un enfrentamiento marcó la historia. El 14 de febrero de 1913, un grupo militar itinerante de carabineros, las Fuerzas Auxiliares de Coahuila, bajo el mando del teniente coronel Pablo González Garza, partieron de San Pablo, Villa Meoqui, hoy ciudad Meoqui, rumbo a la Ciudad de México. Su misión: reforzar la lucha contra el usurpador Victoriano Huerta.
Mientras avanzaban, el General Joaquín Porras Téllez, al frente de un batallón federal en tránsito desde Ojinaga, recibió órdenes de interceptarlos. El choque ocurrió cerca del camino a Ortiz, en un combate feroz que dejó numerosas bajas en ambos bandos.
Los Constitucionalistas lograron imponerse gracias a un ingenioso sistema de trincheras en la zona del Molino Blanco, aprovechando las acequias para moverse con facilidad. Desde entonces, este lugar es conocido como El Fortín y La Castrense.
Victoriosos, los hombres de Pablo González reorganizaron sus filas y continuaron su camino hacia Monclova y luego Ciudad de México, para unirse a la causa de Venustiano Carranza en la lucha contra Huerta, el responsable del asesinato de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez en la Decena Trágica.
La "Batalla de Meoqui" marcó el inicio de los enfrentamientos constitucionalistas en la Revolución Mexicana. Historiadores como Pedro Salmerón destacan que esta región fue escenario de intensos combates donde participaron numerosos chihuahuenses. Este conflicto, considerado la primera revolución del siglo XX en el mundo, sentó las bases para un nuevo orden social y político en México.