Debido a la reciente internación del Papa Francisco, la Iglesia Católica en todo el mundo aguarda a conocer el nuevo estado de salud del sumo pontífice y las dudas sobre el futuro de la institución salen a relucir entre sus integrantes y críticos.
Sin embargo, la carta oficial de renuncia del obispo de Roma ya ha sido firmada y, si bien su santidad ha admitido que su salud, aunque con desafíos, al momento le permite continuar con sus responsabilidades, su nueva situación clínica podría modificar esta idea.
El papa Francisco fue internado en el hospital Gemelli de Roma, donde "continúa recibiendo tratamiento", por una infección en las vías respiratorias el viernes 14 de febrero.
El pontífice, de 88 años, sufre una bronquitis que en los últimos días le había imposibilitado leer algunos discursos y que finalmente obligó a hospitalizarle para someterle a exámenes diagnósticos y continuar el tratamiento.
"El Santo Padre, tras la persistencia de la bronquitis de estos días, se ha sometido a unos análisis especializados y ha comenzado la terapia farmacológica hospitalaria", indicó anoche el Vaticano.
En el pasado, el argentino ha sufrido problemas de gripe y respiratorios que incluso le obligaron a estar ingresado tres días en marzo de 2023 y en noviembre de 2023 estas condiciones médicas le obligaron a cancelar su viaje a Dubai por la COP28.
El sumo pontífice reveló en una entrevista que firmó su carta de renuncia y la entregó al cardenal Tarcisio Bertone antes de su retiro en 2013. El papa detalló que cree que el papel fue entregado al cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano.
El documento, que data de hace varios años, detalla que en caso de sufrir una condición médica que le impida ejercer su función, Francisco dejará sus funciones como líder de la Iglesia Católica.
"Ya he firmado mi renuncia. El secretario de Estado en ese momento era Tarcisio Bertone. Lo firmé y dije: ‘Si sufriera una discapacidad por razones médicas o lo que sea, aquí está mi renuncia'", declaró y bromeó ante los periodistas: "Ahora alguno irá a pedírselo a Bertone: ‘¡Deme el papelito!'".
La posibilidad de una dimisión papal tiene un antecedente reciente en la renuncia de Benedicto XVI, quien dejó el cargo en 2013 debido a su estado de salud. Su decisión marcó un hecho excepcional, ya que ningún pontífice había renunciado en los últimos 600 años.
Con información de Cronista.com